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Desarticulada en Galicia una red que prostituía inmigrantes ilegales

La policía detuvo ayer a 35 personas, veinte mujeres de diferentes nacionalidades y 15 hombres, en la operación Palomar contra una red que obligaba a prostituirse a mujeres inmigrantes ilegales. De estas veinte mujeres, diez son colombianas; tres dominicanas; dos brasileñas; dos nigerianas, y otras dos de Guinea Ecuatorial. En la operación participaron ochenta agentes de las brigadas de Extranjería de las comisarías de A Coruña, Santiago, Lugo, Pontevedra y Vilagarcía. Entre los detenidos figura algún propietario de locales de alterne, aunque fuentes policiales no concretó su identidad.

A las mujeres se les aplicará la Ley de Extranjería ya que son inmigrantes ilegales, afirmó Manuel Fernández Nogueira, inspector jefe del servicio de Extranjería y Documentación de la Comisaría de Santiago, y a los otros quince detenidos el Código Penal por diferentes delitos como falsificación de documentos, de tarjetas de residencia, contratos laborales y posibles coacciones. La operación ha sido coordinada y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela. Los cabecillas de estas organizaciones, de los que la policía no ha facilitado la identidad, son de nacionalidad española, aunque entre ellos también aparecen varios extranjeros, según las mismas fuentes. Las redes dedicadas al tráfico ilegal de personas tenían conexiones a nivel internacional con la República Dominicana, Colombia y Polonia, para captar mujeres jóvenes que colocaban en distintos clubs de alterne, en donde eran explotadas en el ejercicio de la prostitución.

Estas redes clandestinas actuaban en Lugo, A Coruña, Pontevedra, Vilagarcía de Arousa (también en Pontevedra), Trabadelo (León), Padrón y Santiago de Compostela (ambas en A Coruña). Según el inspector Fernández Nogueira, el nivel cultural de estas mujeres es bajo y su situación económica y familiar muy deficiente, puesto que proceden de familias numerosas y con escasos recursos económicas.

Una vez que son captadas, la red les prepara el viaje, que incluye un préstamo para sufragar el precio del billete y una bolsa de viaje. Esa cantidad para el viaje puede alcanzar las doscientas mil pesetas.

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