La nueva arquitectura financiera internacional
Aunque se trata de una idea presente desde hace tiempo en el ambiente de los organismos internacionales de financiación, el FMI y el Banco Mundial, la idea concreta de elaborar una nueva arquitectura financiera internacional que haga frente a las amenazas de crisis ha sido formulada por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, el ex banquero Robert Rubin. A pesar de la grandilocuencia de la frase, Rubin no explicó demasiado a qué se estaba refiriendo y tan sólo avanzó alguna idea como la de prohibir operar en EE UU a los bancos de países con débiles mecanismos de supervisión y regulación bancaria. Pero más allá de los esfuerzos por limitar los efectos de las sacudidas provocadas por los masivos y súbitos movimientos de capitales a través del mundo, los responsables de los organismos internacionales no creen en la posibilidad de evitarlas, quizás porque llevan intentándolo desde la crisis mexicana de 1995.
Primero fue el director general del FMI, Michel Camdessus, quien tras reconocer que la crisis asiática le cogió por sorpresa, la comparó con El Niño, el fenómeno, climático que devasta sin control zonas enteras del planeta. Para Camdessus las crisis son incontrolables y su otra característica es la inevitabilidad.
Críticas
De la misma opinión es el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, quien además añadió un toque crítico hacia la gran banca internacional. "Siempre habrá alguien que vaya más allá de lo que aconsejan las buenas prácticas y acabe equivocándose", dijo. En ese sentido, responsables del Fondo reconocen que 11 cuando se desata una crisis financiera como la de Asia y los tipos financieros inician una escalada de vértigo, no hay sistema bancario, por supervisado y controlado que esté, que lo pueda resistir".
Quedan pendientes de definición las relaciones entre las dos grandes instituciones multilaterales, el FMI, que sigue pendiente de la aportación de fondos de Estados Unidos, y el Banco Mundial, que parecen haberse solapado en sus funciones durante la reciente crisis. Por otro, la respuesta que puedan provocar en algunos países en desarrollo las medidas de mayor control sobre las actividades de los gobiernos aprobadas en esta reunión.
El mensaje más claro sigue siendo el de que la globalización financiera debe seguir hacia adelante, a pesar de que, en palabras del actual presidente del comité interino, el belga Maystadt, ''la globalización aumenta la vulnerabilidad externa e interna de los sistemas financieros internacionales".
