_
_
_
_
_

Los filósofos Jóvenes debatirán "lo trágico" en 1999 en Madrid

El 36º Congreso de Filósofos Jóvenes se celebrará en Madrid y se centrará en el análisis de Lo trágico, según decidió ayer en Barcelona la asamblea que sirvió para clausurar la edición número 35 de estas reuniones. En la misma sesión el congreso se mostró a favor de que el encuentro del año 2000 se haga en Lisboa, si bien esta opción deberá ser refrendada tras la celebración del próximo. La asamblea de clausura fue larga: más de tres horas de reloj. No hubo apenas discusión sobre' la sede del próximo año. De hecho, cada congreso insinúa ya cuál va a ser la de dos años posteriores y en el celebrado en 1997 en Santiago de Compostela, Madrid ya presentó sus credenciales para 1999. La organización la harán estudiantes de las universidades Complutense y Autónoma de Madrid, que ya han mantenido algunas reuniones entre sí y con instituciones académicas y sociales madrileñas para garantizar el éxito del encuentro. Entre las instalaciones apuntadas ayer como punto de reunión de los jóvenes filósofos, el Círculo de Bellas Artes es la que, de momento, cuenta con más posibilidades, informaron los representantes de la Autónoma.

La asamblea se demoró, en cambio, en la decisión del asunto a tratar, el tema central del congreso de Madrid. El proceso es casi siempre el mismo: los asistentes proponen un buen número de temas que son votados por eliminación hasta que queda uno solo. La expresión elegida fue Lo trágico, que se impuso a la propuesta de uno de los grupos organizadores, que apostaba por Tiempo de pensar, pensar el tiempo. A la final llegaron también Filosofía y creación y La estupidez.

Una de las propuestas presentadas tenía este enunciado: Lucha: legitimación, dé la violencia como actuación para el cambio social. Obtuvo 23 votos y tras su enunciación no mereció comentario alguno, ni a favor ni en contra.

El pensamiento de Ortega

La clausura más academicista la protagonizó el periodista Gregoria Morán, quien hizo una reflexión sobre los primeros años del franquismo, a los que no dudó en definir como una época "nihilista". Morán partió de su estudio sobre Ortega, de quien dijo: "Enseñó a pensar a los españoles". En su opinión, hoy hay que "reivindicar a Ortega, que es nuestra única tradición laica". Gregorio Morán aseguró que, para Ortega y Gasset, los años del exilio fueron los más duros de su vida, tanto los vividos en París como el tiempo pasado en Argentina. Y agregó que en 1945 volvió a España creyendo que lograría engañar a la dictadura, pero terminó ahogado por el nacionalcatolicismo dominante en aquellos años. Morán terminó su intervención con un exhorto a los presentes: "No hay dioses; la tarea de un pensador es hacer lo más laica posible nuestra cultura".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_