Detenido en Madrid el agente portugués que organizó el asesinato de Humberto Delgado
Las autoridades portuguesas confirmaron ayer la detención en Madrid de uno de los úItimos vestigios de la dictadura salazarista, el agente de la temida y ya desaparecida Policía Internacional y de Defensa del Estado (PIDE) Antonio Rosa Casaco, el asesino de Humberto Delgado, el general sin miedo. El ministro portugués de Justicia, Eduardo Vera Jardim, explicó ayer que pedirá de inmediato la extradición de Rosa Casaco, que ha estado huido durante casi 25 años, desde que se fugó de Portugal a Madrid, y que había sido condenado en rebeldía a ocho años de prisión.
El que fuera inspector de la temida policía política del ex dictador Oliveira Salazar fue detenido por agentes de la Unidad Central de Información Exterior de la Policía a las 13.30, cuando hacía una gestión en una entidad bancaria en la calle de Núñez de Balboa. Los policías no dieron opción a que ofreciera resistencia. Antonio Rosa Casaco iba desarmado y portaba pasaporte y permiso de residencia falsos, lo que podría, facilitar su deportación a Portugal. El detenido, de 82 años y con familia en España, pasaba largas estancias entre Madrid y Palma de Mallorca, y antes en Brasil y la República Dominicana. Se había dejado barba y tenía "el aspecto de un viejecito apacible que difícilmente levanta sospechas", según quienes le pudieron observar ayer duran te su declaración policial. A Rosa Casaco se le intervino también un carnet profesional falso con el que se hacía pasar por periodista. Hoy mismo pasará a disposición de la Audiencia Nacional.Rosa Casaco había concedido el pasado mes de enero una entrevista en España al semanario Expresso en la que revelaba su versión del asesinato del general Humberto Delgado. Delgado, conocido como el general sin miedo por haber desafiado al dictador Antonio de Oliveira Salazar en las elecciones presidenciales de 1958, fue asesinado, junto a su secretaria personal, el 13 de febrero de 1965, en la localidad española de Villanueva del Fresno, cerca de Badajoz, en una emboscada preparada por la PIDE, según reconoció el propio agente.
El hombre más buscado de Portugal explicaba en esa entrevista que la trampa orquestada contra el general Delgado tenía como objetivo su secuestro y posterior traslado a Lisboa, pero uno de los integrantes de la brigada disparó contra el militar, supuestamente en contra de las órdenes que había recibido.
Antonio Rosa Casaco concedió la entrevista a Expresso en el parador nacional de Zafra y entró clandestinamente en Lisboa, donde fue fotografiado junto a los edificios más emblemáticos de la ciudad. La publicación de las fotografías, provocó un escándalo político en Portugal, motivado por la ausencia de controles policiales que facilitaran su captura. Su nombre no Figuraba en los archivos de busca y captura de la Interpol e inmediatamente el caso fue comunicado a las citadas autoridades policiales. Desde esas fechas, la policía portuguesa estuvo en contacto con la española.
Antonio Rosa Casaco ocultó la trama del crimen a sus amigos y contactos de los servicios secretos franquistas -el director general de la antigua Dirección General de Seguridad (DGS) Eduardo Blanco y el comisario jefe de la Brigada Político Social Vicente Reguengo- hasta que tuvo que huir de Portugal al día siguiente de la revolución de los claveles, el 25 de abril de 1974, que puso fin a 40 años de régimen dictatorial.
En sus declaraciones, el ex agente se queja de que a causa de la revolución de los claveles perdió su fortuna, de unos 600.000 dólares de la época en acciones, que en parte amasó, gracias a sus complicidades en España.
Añade que fue alertado desde España de la caída de la dictadura en Portugal, el 25 de abril de 1974, y que sus "amigos españoles" le ayudaron a refugiarse primero en Madrid, después en la República Dominicana, y más tarde de nuevo en" la capital española. Sus contactos con la policía franquista le permitieron tomar parte en lo que acabaría conociéndose como escándalo Matesa.
Plan contra Soares
En las confesiones al semanario, desveló también que el asesinato del fundador del movimiento mozambiqueño Frelimo, Eduardo Mondlane, fue obra de la PIDE, que detuvo ilegalmente en España, en 1962, al dirigente opositor portugués Germano Pedro. También reveló que tuvo en sus manos un plan similar al utilizado con Delgado para eliminar al ex presidente socialista Mario Soares, que se salvó por el derrocamiento de la dictadura.El inspector de la PIDE se refugió en Madrid gracias a la ayuda del comisario Reguengo, quien le ofreció protección a cambio de que prestase una declaración negando la participación de los servicios de seguridad franquistas en la muerte del general Delgado. Sin otra alternativa, Rosa Casaco hizo llegar su versión del asesinato a las autoridades judiciales lusas, que luego lo condenaron en rebeldía a ocho años de prisión.
El inspector de la PIDE vivió refugiado y protegido en Madrid hasta que en octubre de 1975, en plena agonía de Franco, se trasladó a Brasil.
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