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ACUERDO HISTÓRICO EN BELFAST

George Mitchell pide al presidente Clinton que viaje al Ulster antes del referéndum

George Mitchell, el ex senador norteamericano que medió con éxito en el acuerdo de paz en el Ulster, instó ayer al presidente de EE UU, Bill Clinton, a visitar la capital de Irlanda del Norte, Belfast, antes del próximo 22 de mayo, fecha de la celebración de los referendos en ambos lados de la frontera que divide Irlanda. Esa visita, según Mitchell, serviría para reforzar a los partidarios de un acuerdo que su propio padrino considera frágil. Clinton señaló, tras una hora de reunión en la Casa Blanca, que considerará la propuesta, que quiere "ayudar, pero no interferir", y que irá si se lo piden todas las partes. El presidente podría viajar a mediados de mayo, antes o después de participar en Inglaterra en la cumbre anual del G-7.

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Tras recuperarse en Camp David, durante el fin de semana pascual, de sus gestiones en la sombra para impulsar el histórico acuerdo del Ulster, Clinton recibió ayer por la tarde en la Casa Blanca a Mitchell, que a su vez había descansado el domingo paseando con su familia por el neoyorquino Central Park. Los dos hombres empezaron por felicitarse por su respectivas gestiones en las negociaciones de paz, pero pronto pasaron a abordar los nubarrones que pesan sobre el acuerdo.Mitchell había efectuado por la mañana una seria advertencia en varias entrevistas con medios de comunicación norteamericanos y británicos. "El acuerdo", dijo el hombre que trabajó durante 21 meses en su consecución, "es justo, porque permite a las dos comunidades vivir juntas en paz y reconciliadas". Pero, añadió el ex senador demócrata, "no consigue por sí solo la paz, tan sólo crea una oportunidad para conseguirla. Es un buen primer paso, pero queda mucho camino que recorrer".

"Hay gente en ambos lados", según Mitchell, "que quiere descarrilar este proceso, que está implicada en el camino de la violencia". El ex senador expresó su temor a que "esa gente incremente sus actividades en las semanas que faltan hasta la celebración de los referendos".

Antes de regresar a EE UU, Mitchell había declarado al Times de Londres: "Nadie puede descartar la posibilidad que en los próximos 18 meses, las partes implicadas no consigan que el acuerdo funcione y éste simplemente se pare". El acuerdo mantiene al Ulster en el Reino Unido, pero crea puentes institucionales entre esa región y la República de Irlanda. Mitchell le informó a Clinton en la Casa Blanca que considera muy útil una visita suya al Ulster antes de los referendos que deben celebrarse en ambos lados de la frontera el próximo 22 de mayo. "Deseo", dijo Mitchell, "que el presidente vaya a la zona. Es muy popular en Irlanda y la gente reconoce que ha desempeñado un papel central en el proceso de paz. Creo que una visita suya ayudará".

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La Casa Blanca confirmó que Clinton escuchó con mucha atención la propuesta de Mitchell y que considera la posibilidad de esa visita. Y, dando pistas, recordó que el presidente norteamericano tiene previsto viajar al Reino Unido a mediados de mayo, para participar en la cumbre del G-7, el grupo de los siete países más industrializados del mundo. La de Mítchell no fue la única voz que se alzó a favor de ese viaje en Estados Unidos, un país donde 38,7 millones de personas, -el 15,6% de la población-, se declaran de origen irlandés. El congresista neoyorquino Peter King, un aliado en EE UU de Gerry Adams, el líder del partido republicano Sinn Fein, declaró que un compromiso personal de Clinton podría ser decisivo para impulsar el pacto alcanzado el pasado Viernes Santo.Clinton, informó la Casa Blanca, recibió ayer llamadas telefónicas de agradecimiento del primer ministro británico, Tony Blair, y el secretario general de Naciones Unidas, Kofl Annan.

Martin McGuinness, el negociador del Sinn Fein, también alabó al presidente norteamericano por "haberse comprometido intelectual y emocionalmente" con el futuro de Irlanda del Norte. "Nos hemos quedado verdaderamente impresionados por su conocimiento de la situación y su compromiso en la búsquedad de igualdad, justicia y paz para Irlanda", dijo McGuinnes a la cadena norteamericana NBC.

Clinton, recordó Mitchell, es el único presidente norteamericano que ha visitado Irlanda del Norte en el ejercicio de su cargo y el primero que ha hecho de esta zona una de las grandes prioridades de la política exterior norteamericana". Bill Clinton visitó Belfast y Dublin en 1995.

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