Xacobeo 93 pidió créditos no autorizados para gastos que triplicaron su presupuesto
La sociedad pública que organizó los acontecimentos culturales del Año Santo Xacobeo 93 tuvo que recurrir a créditos no autorizados para hacer frente a un gasto que triplicó el presupuesto inicial previsto por el Gobierno gallego. Los 5.072 millones de pesetas calculados en principio por la Xunta de Galicia se elevaron finalmente a 14.758, según el informe elaborado por el Consello de Contas.
A pesar de que la Administración también incrementó las cantidades que en principio se iban a transferir al Xacobeo 93, éste, para hacer frente a las pérdidas, debió suscribir préstamos con entidades bancarias por importe de 1.700 millones y polizas de crédito con un límite de 1.050 millones sin que conste que el ejecutivo de Manuel Fraga autorizase tales operaciones, como exige la ley.Los datos forman parte del informe sobre la gestión del Xacobeo en 1993 y 1994, que ha elaborado el Consello de Contas (tribunal de cuentas), y fue adelantado en parte por la revista Tempos. Será debatido en el Parlamento gallego en los próximos días. El Consello formula algunas críticas a los métodos contables de la sociedad, aunque reconoce que sus cuentas reflejan fielmente su situación financiera. Pero, en cualquier caso, el informe deja constancia de algunas irregularidades y critica la notable desviación de gastos con respecto al presupuesto inicial.
El Xacobeo fue una iniciativa lanzada por Manuel Fraga para el Año Santo Compostelano de 1993 para compensar lo que se consideraba escaso protagonismo de la Cornisa Cantábrica durante 1992 en Sevilla y Barcelona. En un programa muy variopinto, el Ejecutivo de Fraga, que afrontaba ese año unas elecciones autonómicas, hizo multimillonarias inversiones en la mejora de las infraestructuras del Camino de Santiago, en promoción exterior de Galicia y en toda clase de actos culturales y deportivos.
Ampliación de capital
A semejanza de la Expo 92, se creó una sociedad anónima, con un capital público inicial de 100 millones, para organizar los eventos. Pero el Xacobeo devoró fondos públicos a tal velocidad que al final de 1993 la sociedad se encontraba incursa en los supuestos legales que obligan a su disolución: el desequilibrio entre los gastos y la parquedad del capital inicial la situaron con unos fondos propios negativos de 2.128 millones. Para ello fue necesaria una ampliación de capital.Para el ejercicio de 1993, la Xunta presupuestó 5.072 millones que finalmente se convirtieron en 14.758. Fue el capítulo de compras el que desbordó de forma más espectacular las previsiones: de 1.425 millones que se calculaban en un principio se desembolsaron realmente 7.347. El Clonsello no entra a analizar el reparto de ese gasto, aunque sí aparecen en los datos estudiados algunas inversiones llamativas: se dedicaron por ejemplo, 66 millones a muebles para la sede del Xacobeo -22 consignados como "mobiliario de alta dirección" y 1,5 para el gabinete de prensa- y otros 30 en vehículos, a los que se les agregaron 50 más en 1994. Por todo ello, y pese a la transferencia de fondos de la Xunta mediante subvenciones, el ejercicio terminó con unas pérdidas antes de impuestos de 2.365 millones. Para atender los déficits de tesorería a corto plazo, el Xacobeo también tuvo que recurrir al endeudamiento con bancos, 1.700 millones en préstamos y 1.050 en pólizas. Por ley estaba obligada a pedir autorización al Gobierno, pero el Consello concluye que no consta que así se hiciese.
El informe del tribunal reconoce que los presupuestos iniciales no son vinculantes, pero critica su escasa disciplina financiera. La sociedad sigue funcionando y prepara los actos del próximo Año Santo de 1999. Las pérdidas de 1993 se compensaron con un beneficio de 2.240 millones en el ejercicio siguiente, que proviene de subvenciones de la Xunta.
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