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Entrevista:

"Ser suave es lo que anhelo"

Luis Eduardo Aute (Filipinas, 1943) publicó su primer disco en 1967. Era un single con Don Ramón y Made in Spain. Ese mismo año grabó uno de los grandes éxitos de aquellos momentos, Aleluya número 1. Esa canción triunfó, también rotundamente, en Estados Unidos en la versión inglesa de Ed Ames. En 1968 se retira durante cinco años con el elepé Diálogos de Rodrigo y Jimena. El cantante comenta: "Esa fue la vez que me retiré más duraderamente. Normalmente decido retirarme con toda seriedad siempre que acabo de grabar un nuevo disco". Aute lleva 31 años en la brecha. Para celebrarlo, el cantante y compositor (también es pintor, cineasta, poeta, vaporoso, investigador de ausencias, perplejo, tocador de fondos, cuerpo de El Greco, paisaje interior goyesco) se ha marcado una pasada, dicho sea en el sentido más asombroso de la palabra. Hoy sale a la venta un compacto doble, Aire /Invisible. Son 31 canciones nuevas. Dieciséis de ellas están interpretadas en castellano; las restantes, en inglés. Dos obras bien diferenciadas, y no sólo por el idioma. Aire (en castellano) es algo así como el tarro de las esencias auténticas autianas. Invisible (en inglés) es un experimento, un juego, un regalo que se hace el artista a sí mismo y a sus se guidores, que son muchos y pertenecen a varias generaciones. No canta en inglés como una boutade. Aute vivió su niñez en Filipinas y se educó en un colegio de habla inglesa. Cuando a los 12 años vino a Madrid, no le querían admitir en el colegio Maravillas porque no sabía escribir en castellano. Su padre le internó durante dos meses en un hotel de la Gran Vía con un profesor de español.A partir de ese momento, Luis Eduardo Aute ha escrito en castellano más de 300 canciones, algunas de las cuales pertenecen a la memoria colectiva de los españoles y suramericanos.

Pregunta. Por primera vez usted musica a un poeta. Esta usted fascinado por Pessoa...

Respuesta. Y por otra mucha gente. Aunque había puesto música hace tiempo a varios poetas españoles contemporáneos, el proyecto no llegó a convencer a la compañía discográfica. Ésta es, efectivamente, la primera vez que grabo un poema no escrito por mí. Mejor dicho, dos poemas de Pessoa, uno en castellano y otro en inglés. El primero, Suave, en traducción de Ángel Crespo, es un resumen de todo el disco en español: "Es suave el día, suave el viento. / Es suave el sol y suave el cielo. / Ser yo tan suave es lo que anhelo". El segundo, What matters is just you, fue escrita en inglés por Pesso ocho días antes de morir. Es fácil que el próximo disco que haga, ya en el siglo XXI, sea una selección de canciones con los poemas últimos (es decir, escritos poco antes de morir) de varios, poetas.

P. ¿Le tienta el mercado anglosajón?

R. En absoluto. El disco básico es el español. La experiencia inglesa nace y muere aquí. Es un gusto que me permito a modo de celebración de mi 31 aniversario como cantante. Hombre, si luego resulta que tiene repercusión, pues muy bien.

P. En todo este disco, y en toda su obra anterior, se nota que usted mima a las palabras, juega con ellas, las pervierte, las manipula, las acaricia. ¿Cuál es la palabra castellana que más le gusta?,

R. Sin duda, la palabra belleza, tanto por la forma como por el contenido. La belleza no tiene adjetivos. Y hablando de adjetivos, en todo este disco sólo utilizo cuatro o cinco. He intentado que sea una obra pura, sin aditamentos, esencial. Reivindico la pureza y la sencillez, las palabras casi desnudas, la inocencia.

P. "No mires atrás, que te va a despeinar el viento", canta en El viento, el tiempo.

R. No miro atrás. Yo huyo. Mi concepto de huida está en la canción Tal vez.- "Qué hacer cuando es un éxito matar al perdedor; qué hacer cuando la máscara le sobra al imposto

R... Tal vez huir, huir a la vida; tal vez vivir; vivir en la huida". No se trata, para nada, de una escapada.

P. En Aire usted clama "no por una brisa, sino por un torbellino de aire que se lleve a los monstruos que se han hecho dueños de todos los sueños que fueron razón".

R. La necesidad de cambiar el aire es un clamor universal. Necesitamos respirar, necesitamos una renovación ética. El cinismo se ha adueñado de las gentes y de los sistemas. El cinismo se ha convertido en la ciencia política del fin del milenio.

P. Hay varias dedicatorias en su último disco. Cinco minutos es un brindis a la actriz mexicana Katy Jurado.

R. Katy Jurado tenía un papel secundario en Pat Garret y Billy the Kid, de Sam Peckinpah, en la que actuaba Bob Dylan, autor también de la banda sonora. Hace tres años conocí a Katy en México. Era una fiesta privada. Al final, unos cuantos amigos nos fuimos a cantar al jardín. De repente, llegó ella a despedirse. Iba de luto por la reciente pérdida de un hijo. Katy dijo: "Permítanme, voy a quedarme cinco minutos, y olvido el luto cinco minutos, no más ... Se quedó más de tres horas con nosotros cantando, riendo, llorando y tomando tequila a la luna de Tepoztlan... Alguien le dijo: 'Señora, las diosas nunca se van'

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