Turismo congelado
La nieve y el frío de esta Semana Santa han dejado tiritando a los municipios de la sierra, que viven del turismo rural. Miles de personas se despidieron de sus proyectadas vacaciones en la montaña ante el pronóstico del tiempo que ya se anunciaba el miércoles pasado: "Notable descenso de las temperaturas y riesgo de nevadas por encima de los 800 metros".Los representantes municipales de Rascafría (1.400 habitantes) y los hosteleros se las prometían felices ante unas previsiones que vaticinaban la visita de 10.000 a 12.000 personas, entre turistas y familias que disponen de segunda residencia en la localidad.
Sin embargo, el Viernes Santo, poco más de 2.000 personas ocupaban los alojamientos rurales, con lo que los planes de turismo sólo se cumplieron en un 20% de lo calculado. "Este tiempo nos ha hecho polvo y ha espantado a los visitantes de un pueblo que tiene precisamente en el turismo uno de sus mayores sostenes económicos", señaló el alcalde de la localidad, Juan Antonio Velasco.
En el municipio de Canencia (500 habitantes), la nieve también dejó su manto sobre los tejados y los coches, entre el jueves y ayer por la mañana. Los datos de asistencia de visitantes han sido en este caso más optimistas "porque las reservas en el hostal y el resto de alojamientos ya estaban hechas con mucha antelación", subrayaron los responsables municipales. Lo que sí se suspendieron fueron las excursiones programadas para un solo día.
