El Gobierno aragonés no encuentra 'okupas' para rehabilitar un pueblo
El colectivo Colores había acudido a un concurso tras ser desalojado de Sasé
Desde hace más de 20 días los servicios de Medio Ambiente y de Ordenación del Territorio de la Diputación General de Aragón buscan algún responsable del colectivo Colores para comunicarles que pueden instalarse y rehabilitar el núcleo abandonado de La Solanilla, en La Guarguera, una zona deshabitada al norte de Huesca.
El colectivo se presentó al concurso convocado el pasado 18 de enero para rehabilitar un pueblo abandonado de Huesca, y desde esa fecha nada se sabe de su paradero. Ahora la Diputación se ha dado un plazo para declarar desierto el concurso convocado, tras más de un año de polémica.Colores llegó a Huesca en 1996 y ocupó el pueblo abandonado de Sasé, propiedad del Gobierno de Aragón. Eran saltimbanquis y okupas que ya habían sido expulsados de Plimunt, en León. En 1997 un juzgado de Boltaña ordenó el desalojo de Sasé. A partir de entonces montaron tiendas de campaña en Boltaña, intentaron volver a Sasé, protagonizaron manifestaciones en Zaragoza y se encerraron en la Consejería de Economía, con apoyo de algunas organizaciones. La oposición aragonesa se dividió. De hecho, cuando ocuparon Sasé se les ofreció instalarse con el colectivo Artiborin, que lleva tiempo recuperando núcleos; ubicarse con los escasos habitantes de pueblos casi vacíos como Arrés; o instalarse en el abandonado de Rosico. El colectivo rechazó las tres opciones. Exigía más de 1.000 metros de terreno, no querían instalación eléctrica y exigían agua cerca.
Nadie supo exactamente cuántos eran: con buen clima llegaron al centenar. Entre ellos había niños pequeños y mujeres embarazadas. Los vecinos de la zona miraban con recelo al grupo y se llegó a hablar de "turismo de okupas".
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