Intimidad y precisión
La audición y las vivencias de una obra como La pasión según San Mateo, de Juan Sebastián Bach, constituyen un vértice emocional en los días de Semana Santa de toda Europa. El cantor de Santo Tomás legó a la humanidad un auténtico drama sacro capaz de superar en belleza y procedimientos los límites de su tiempo. El director Rafael Frühbeck de Burgos, que ama intensamente estos altos pentagramas, vuelve a dirigirlos estos días en Madrid con la Orquesta y Coros Nacionales, la Escolanía del Recuerdo y un notable grupo de solistas vocales e instrumentales.Escuchamos una versión clara, analítica Y fuertemente expresiva de la pasión, pero también de gran intimidad. Tras años y años de dirigirla, el maestro burgalés realiza admirablemente lo que la pasión es: mucho más que una experiencia meramente musical.
La pasión según San Mateo
Orquesta y Coros Nacionales. Director: Frühbeck de Burgos. Director coro: Steubing-Negenborn. Director Escolanía: C. Sánchez. Solistas: J. Borowska (soprano), B. Hölzl (mezzo), K. Azesberger y D. Litaker (tenores), R, Holl (barítono) y M. Friedrich (bajo). Auditorio Nacional. Madrid, 3 de abril.
El conjunto resultó magnífico, pues el Coro Nacional estuvo bien adiestrado por SteubingNegenborn y revalidó sus méritos la Escolanía del maestro César Sánchez. Quedaron claras las grandes posibilidades de la Orquesta Nacional, tanto colectivas como individuales, y en este aspecto citaremos las importantes intervenciones de Víctor Martín y Francisco Romo, violinistas; Juana Guillem, flautista, y los diversos oboes -Puchades, Ana Ruiz, Anchel, junto al japonés Uemura-
En cuanto a los cantantes invitados, todos ellos de calidad y prestigio suficiente cuando no notable, me pareció de singular mérito el barítono Robert Holl en Jesús, por el color, la expresividad Y el centrado estilo; con él, el tenor Kurt Azesberger hizo un extraordinario Evangelista, la parte más comprometida, bella e innovadora de la obra. Quizá el Evangelista se erige en verdadero protagonista del drama, al transmitirlo a todos a través de unos recitativos a veces líricos, a veces trágicos, a veces desolados. Excelente también, por materia, fraseo y temperatura, la mezzo Barbara Hölzl, más que discreta la soprano Joanna Borowska y un tanto corto el bajo Matthias Friedrich en arias y diversas intervenciones menores.
Pero el grande y prolongado aplauso de todos fue dirigido a la versión en su totalidad, a la visión general que Frühbeck tiene de La pasión según San Mateo, y a la precisión con que la realiza y transmite. Fue una noche de gran música.
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