"La improvisacion no envejece"

Tiene 65 años, pero ni por un momento se le ha pasado por la mente retirarse. El teclista Joe Zawinul (Viena, 1932) es uno de los últimos representantes de aquella generación de músicos que tuvo el privilegio de ver cómo eran de cerca los grandes maestros del jazz y se ha propuesto mantener vivo aquel recuerdo sobre los escenarios, hasta que el cuerpo aguante.Acompañó a la divina Dinah Washington, ayudó a Miles Davis a dar el paso crucial hacia el jazz eléctrico y, junto al saxofonista Wayne Shorter, fundó Weather Report, uno de los grupos más influyentes de las músicas improvisadas. Todavía se siente pletórico de ideas y ahora, tras el éxito unánime de su anterior trabajo, My people, regresa con un doble disco que considera "una obra maestra desde la primera a la última nota".

World Tour (Escapade / Énfasis) recoge 16 piezas, seis de ellas nuevas, grabadas en directo y publicadas sin posteriores retoques en estudio. Junto al teclista están sus inseparables Víctor Bailey (bajo), Manolo Badrena (percusión y voz) y Paco Sery (batería).

Zawinul siempre supo qué iba a ser de mayor. "En realidad no tuve alternativa. Me dedico a la música desde los cuatro años y medio. Nunca me he planteado practicar ninguna otra forma de arte y es probable que si no hubiera sido músico ahora fuese un vagabundo", afirma.

Sin embargo, los principios no fueron fáciles. Empezó a estudiar en el Conservatorio de Viena, pero en su casa no había piano y no pudo practicar hasta que fue evacuado a Checoslovaquia, a consecuencia de la II Guerra Mundial. Apenas cumplidos los 12 años descubrió en el jazz su modo natural de expresión. "Recuerdo que escuché a otro alumno tocar Honeysuck le rose [tema inmortal del gran Fats Waller]. Fue toda una revelación. En realidad, la música clásica no me convencía del todo y prefería el folclor. De repente me topé con algo que me conmovía de verdad".

El entusiasmo del recuerdo se desvanece cuando Zawinul analiza la situación actual. "Casi todo proviene o está influenciado por Estados Unidos [país al que se trasladó en 19591. Y la verdad es que allí no sucede gran cosa asegura, "el jazz, me parece: el gran invento cultural del siglo XX porque hubo un momento en que aceptaba a todo el mundo, pero ahora se está quedando sin representantes genuinos. Los jóvenes tocan muy bien sus instrumentos, pero me parece que todavía no hacen música realmente, porque imitan los sonidos de otra época sin haberla conocido. Creo que atravesamos un momento de decadencia".

Zawinul puede presumir de haber puesto título al disco que a finales de los sesenta marcó el estreno de Miles Davis en el campo eléctrico. In a silent way, junto al célebre Mercy, mercy, mercy o Birdland, popularizado por The Manhattan Transfer, son algunos de los clásicos que el vienés ha escrito a lo largo de los años. "Miles sí era un músico absoluto", continúa el teclista, "en su casa le he escuchado hacer cosas con la trompeta que podían dejarte literalmente paralizado. No daba instrucciones. Los músicos de jazz no hablamos sobre música porque si puedes explicarla no hace falta tocarla. Yo tengo un método de trabajo similar al de Miles. Si empiezas a escribir una pieza y la trabajas hasta darla por cerrada, no suele superar la prueba del tiempo. Yo prefiero guardar las ideas surgidas de la improvisación para recurrir a ellas después. La improvisación no envejece jamás".