Belgrado denuncia el embargo como una injerencia

, El Gobierno de Yugoslavia interpretó ayer como injerencia y "castigo" el embargo de armas impuesto la noche anterior por el Consejo de Seguridad de la ONU, en una resolución que también prohíbe cualquier apoyo al terrorismo separatista albanés en Kosovo. En cambio, los dirigentes de la mayoría albanesa de esa región serbia que aspira a la autodeterminación, dieron la bienvenida a la resolución del Consejo como un paso hacia la internacionalización de su contencioso con las autoridades de Belgrado.

La oposición liberal serbia ha interpretado de equilibrada la resolución, insistiendo en que es una advertencia a "todo aquel que quiera recurrir al uso de armas". "La resolución, sin embargo, no impedirá ni a la parte albanesa ni a la serbia seguir adquiriendo de forma ilegal armas y equipos del extranjero", advirtió el líder del nacionalista Partido Democrático Serbio (DSS), Vojislav Kostunica.

El embajador yugoslavo ante la ONU, VIadisav Jovanovic, afirmó a los medios de su país: "Ha prevalecido frente a la razón el deseo [de varios países] de castigar a Yugoslavia a todo costa y de apoyar a la parte albanesa y a su separatismo".

La agencia oficial yugoslava Tanjug denunció que se trata de "un intento de sentar un precedente en la ONU dado que los países miembros del Consejo de Seguridad discutieron sobre una cuestión interna de un país soberano que no pidió la intervención de la ONU ni de la comunidad internacional". La resolución adoptada por el Consejo de Seguridad prohíbe "la venta o el suministro de Yugoslavia, incluido Kosovo", de todo tipo de armamento.