La ampliación de la UE al Este será "difícil y costosa"

,Las negociaciones para la integración en la Unión Europea de Polonia, Hungría, República Checa, Estonia, Eslovenia y Chipre, iniciadas ayer, serán "difíciles y costosas", auguraron varios de sus protagonistas, especialmente el ministro polaco Bronislaw Geremek. Los obstáculos políticos se entremezclan con unas carencias económicas más graves que en las anteriores ampliaciones.Los obstáculos resaltados en los documentos de la Comisión publicados con ocasión de la jornada de ayer son políticos y económicos. La prevista ayuda preadhesión, por 45.000 millones de ecus (unos 7,5 billones de pesetas) facilitará el reenganche. Algunos de los grandes problemas, por países, son:

Estonia: El trato poco democrático a la minoría rusa. "Hay que acelerar el proceso de naturalización e incrementar la integración de los no-ciudadanos", facilitar la ciudadanía a los niños de lengua rusa y financiarles la enseñanza del estonio.

Eslovenia: La libertad de acceso a la propiedad, también para los extranjeros. Hay que "acelerar el proceso de devolución" o de compensación a los expropiados por el régimen totalitario.

República Checa: La debilidad de libertad de prensa, la "discriminación que afecta a la población gitana", la precariedad del control de fronteras y los desequilibrios macroeconómicos.

Hungría: Debe reforzar los hoy débiles derechos de propiedad intelectual, el sistema de sanidad para lograr su saneamiento económico, la legislación sobre refugiados.

Polonia: Los sectores siderúrgico y hullero están sobredimensionados, la producción agroalimentaria adolece de falta de calidad, el sistema de control fronterizo (1.761 kilómetros con su Este) levanta la suspicacia de los Quince, que critican su permeabilidad al crimen organizado.

Chipre: El problema de la división de la isla (1974) y la facilidad de movimientos de las mafias rusas que lavan dinero negro son los únicos grandes problemas de este país rico, que cumpliría los requisitos básicos para entrar en el euro.