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Reportaje:

Sadam Husein, el creyente

El lider iraquí impulsa una cruzada islamista para reforzar el apoyo musulmán

Sadam Husein el creyente. El presidente de la República iraquí, que durante la guerra del Golfo mandó ya colocar el lema de Alá es crande en la bandera nacional, ha tomado en los últimos meses una serie de disposiciones de orden religioso con las que intenta potenciar el sentimiento islamista en todo el país para reforzar su legitimidad y conseguir la solidaridad del mundo musulmán.Las excavadoras han empezado a horadar la pista del viejo hipódromo de Bagdad, en el barrio residencial de Al Mansur. Son los cimientos de lo que será la mezquita más grande del mundo, que intentará rivalizar en lujo y en magnificencia con la que se levanta en La Meca (Arabia Saudí) o con la que el propio Hassan II inauguró hace cuatro años en la ciudad de Casablanca, contando para ello con las aportaciones económicas voluntarias de todos los marroquíes.

La construcción de este templo de Bagdad es el fruto de una, decisión personal del presidente de la República, Sadam Husein, que ha escogido para su emplazamiento los terrenos de, un hipódromo en desuso levantado en la época colonial por los británicos y que se encuentran a su vez muy cerca de su nuevo palacio, que el dictador ha empezado a erigir en la capital.

La edificación de este templo no es un hecho aislado. Días antes, el Ministerio de Fundaciones y de Asuntos Religiosos, que dirige Abdul Muniini Ahmad Salé, había adoptado una normativa que permitía a la comunidad shií la construcción de sus propias mezquitas. La decisión significaba la anulación de una ley anterior que prohibía a este grupo religioso, durante más de 20 años, abrir nuevos templos.

La reglamentación establece, sin embargo, una serie de estrictas reglas con las que el Gobierno intenta frenar una eventual proliferación de templos shiíes. Así, señala que las mezquitas deberán tener al menos 1.000 metros cuadrados de superficie y deberán, como mínimo, guardar una distancia entre ellas de 1,5 kilómetros.

Esta ley ha venido acompañada de otra decisión del propio ministerio con la que se acuerda la reconstrucción y adecentamiento de los templos de las ciudades santas de los shiíes, especialmente Karbala, en las que se veneran las reliquias de los imames Hussein y Abbas, nietos del profeta Mahoma y a su vez hijos del imam Alí y de su hija Fátima.

El nuevo mensaje de religiosidad de Sadam Husein ha sido acogido favorablemente en el interior, donde la prensa local no dudaba en bautizarle la semana pasada con el sorprendente título de el creyente, olvidando quizá de que a su vez el dictador de Bagdad es el máximo responsable del partido Baaz, un movimiento caracterizado por su sentido laico de la vida.

En medios diplomáticos se asegura, sin embargo, que estas medidas están dirigidas para el consumo exterior, sobre todo de sus vecinos, en un intento de reforzar sus relaciones con el mundo árabe y formar con ellas un frente común de oposición a los norteannericanos. Ésta es, por ejemplo, la opinión del nuncio del Vaticano, el italiano Giuseppe Lazarato, quien opina que "estas decisiones las ha adoptado Sadam Husein para ganarse la adhesión y la amistad de los países musulmanes".

El guiño político-religioso de Sadam Husein hacia su país vecino, el régimen de Irán, gobernado por el clero shií, es evidente. Irak trata desde hace varios meses de establecer un diálogo político reabriendo totalmente las fronteras, cerradas hace una veintena de años, y cicatrizando las heridas ocasionadas por una guerra que duro casi una década. En esta misma línea debe enmarcarse no sólo la libertad de construcción de nuevos templos shiíes, sino también la reciente decisión de permitir a los peregrinos iranies entrar en Irak para que puedan visitar los lugares santos del shiísmo que hay en el país.

Los responsables del Ayuntamiento de Bagdad aseguran sin embargo, que todas estas decisiones, y en especial la construcción de la gran mezquita, son el fruto de la voluntad' popular de una población que trata de buscar en la religión la solución a todos sus problemas, especialmente en estos momentos de crisis y penurias provocadas por el embargo.

Según esta teoría, el municipio lo único que haría ahora es ayudar a los ciudadanos a fortalecer este sentimiento" y ''fácilitarles un lugar para orar", según ha asegurado el vicealcalde de la capital, Aduan Jabaru. En Irak la Doblación ha empezado a deslizarse lentamente por la pendiente del islamismo. El régimen ha adoptado en los últimos tiempos algunas de las normas sociales propugnadas por los fundamentalistas en otros países, entre las que destacan la prohibición de beber alcohol en los lugares sociales y la de fomentar que las mujeres se cubran la cabeza con un velo.

La oleada de religiosidad islamista estratégicamente impulsada por Sadam puede convertirse, a la larga, en un maremoto imparable. Esto es lo que preocupa a ciertos analistas para quienes empiezan a darse en Irak, como consecuencia de la pobreza y miseria generadas por el embargo, las condiciones idóneas para que se produzca un movimiento integrista, si bien éste "estaría muy lejos de reproducir experiencias similares a las existentes en Argelia o Irán".

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