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El Museo Thyssen analiza los bodegones del holandes Willem Kalf

Una exposición reúne seis cuadros del artista del siglo XVII

El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid inauguró ayer la quinta edición de la serie de exposiciones Contextos, de la colección permanente, con el análisis de la obra de Willem Kalf (1619-1693), uno de los maestros holandeses del bodegón en el sigle XVII. El montaje propone el análisis de seis cuadros, cuatro de ellos con el, original y copia de época, en un recorrido visual por la técnica, la composición y los objetos de los bodegones suntuarios.

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Originales y copias

Tres de los bodegones expuestos pertenecen a la colección del Museo Thyssen-Bornemisza, uno a la colección,Thyssen-Bornemisza, y los otros al Museo Wallraf-Richartz, de Colonia, y a una colección privada. La reunión de piezas de la escasa producción de Willem Kalf -unas 150 entre temas campesinos y bodegones- ha provocado la restauración de Bodegón con cuenco chino, copa nautilo y otros objetos, de 1662, tanto de la versión original como la copia.El montaje de las obras de Kalf se completa con fotografías del proceso de restauración de los dos cuadros citados, realizado por Ubaldo Sedano, restaurador del museo, donde figuran radiografías, análisis de pigmentos y estudios de telas y soportes. La muestra -abierta al público hasta el 14 de junio, con el patrocinio de la Fundación Caja de Madrid- fue inaugurada con una mesa redonda donde participaron el comisario, Sam Segal, especialista en el género del bodegón en la pintura holandesa del siglo XVII; el conservador jefe del museo, Tomás Llorens, y el restaurador Ulbaldo Sedano.

El historiador Sam Segal dedica en el catálogo un texto sobre la vida de Kalf, con sus estancias en París y Amsterdam -fue contemporáneo de Rembrandt-, el método de trabajo y las diferencias entre lo auténtico, la copia y la falsificación. El montaje proporciona la ocasión de analizar el estilo y la forma de pintar del artista, junto con las diferencias entre las piezas originales y las copias de época o posteriores.

"Kalf está considerado uno de los pintores holandeses de bodegones más importantes, ocupando un lugar muy especial entre los artistas dedicados a este género. Es conocido por sus naturalezas construidas, con objetos valiosos, pero también pintó sencillos interiores campesinos", escribe Sam Segal. La especialidad son los bodegones suntuosos, los más característicos en el siglo XVII, donde aparecen objetos de arte, como porcelana china, que con frecuencia eran piezas únicas de coleccionistas.

El material expuesto plantea cuestiones relacionadas con el tratamiento de la luz, con el uso del claroscuro, la composición, en forma de cruz imaginaria, los objetos que aparecen y su simbología. El artista utiliza en sus obras cristal tallado, cuenco con tapa, copas de conchas, cuchillos con mangos de ágata, frutas (limones, naranjas, melocotones), pepitas, huesos de fruta y relojes con su llave, como aparece en dos cuadros de la muestra. Los mismos objetos se repiten en los cuadros, y algunos de ellos parecen haber sido diseñados por el propio artista.

El género del bodegón se asocia a la representación de la belleza junto a una idea concreta a partir de los objetos, como el paso del tiempo. Hay indicios de esta idea de fugacidad en la frecuente presencia del reloj, de velas encendidas o los mismos objetos de arte por su alto valor económico.

Sam Segal opina que el contenido simbólico no es tan evidente como en otros pintores. ''La falta de insectos y otros elementos puede originar un argumento a favor de la evasión de la simbología, ya que en este sentido los cuadros son limpios".

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