La Habana acepta de hecho el papel de Roma
Aunque ningún funcionario cubano acepta que el Vaticano haya asumido a petición de La Habana el papel de mediador ante Washington para flexibilizar el embargo y abrir espacios de distensión entre ambos países, es la primera vez, opinan observadores y diplomáticos en la isla, que en la práctica Cuba reconoce -o al menos no desautoriza- a alguien que asume de hecho esta misión.El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, en Roma, y funcionarios del Gobierno en La Habana se encargaron ayer de reiterar lo ya sabido: Cuba no necesita que ningún país o personalidad medie para resolver sus problemas con EE UU. O, dicho de otra forma, Cuba negocia sola.
Pero, pese a que aparentemente las posiciones de Cuba y EE UU siguen inamovibles, llaman la atención algunos hechos. Tras el viaje del Papa a la isla, el Gobierno de Fidel Castro liberó a 295 presos, de ellos casi un centenar políticos. Este "gesto" fue valorado positivamente por EE UU, que, a su vez, respondió al Papa, que criticó desde Cuba el embargo, con una tímida flexibilización de la presión.
El mismo Castro reaccionó después a las medidas de Clinton calificándolas de "constructivas", y ahora la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y Robaina por poco se topan en un pasillo del Vaticano, antes de ser recibidos por Juan Pablo II. Albright, al parecer, pidió al Papa que mediase por la liberación de los cuatro miembros del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna. -VIadimiro Roca, Marta Beatriz Roque, Felix Bonne y René Gomez Manzano-, detenidos desde el verano pasado. En caso de que el secretario de Estado de la Santa Sede, Angelo Sodano, haya hecho igual petición a Robaina en nombre del Vaticano y que Cuba acceda -algo que ningún diplomático descarta en La Habana -se demostrará que el triángulo entre Roma, La Habana y Washington, con o sin "mediador explícito", funciona y permite a todos salvar la cara.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.