Una pistola del 'comando Andalucía' fue usada en 10 asesinatos en Vizcaya

Una de las pistolas encontradas en poder del comando Andalucía de ETA fue utilizada en 10 asesinatos perpetrados entre 1982 y 1995, según han determinado las pruebas de balística. Según fuentes de la investigación, los detenidos declararon ayer ante el juez Manuel García-Castellón y reconocieron su participación en varios atentados, además de facilitar información sobre 20 acciones terroristas.

Entre el arsenal decomisado por la Guardia Civil la semana pasada al grupo etarra de Sevilla hay una pistola Browning del calibre 9 parabellum con un amplio historial de sangre. Dicha arma fue utilizada en cuatro asesinatos en Vizcaya en 1982; uno en 1983 en el que fueron asesinados tres agentes del Cuerpo Nacional de Policía y la esposa de uno de ellos; tres atentados mortales en 1984; uno en 1985 y un atentado con lesiones graves a un policía el 13 de enero de 1995.Las investigaciones no han aclarado qué iba a hacer el comando con el rifle con mira telescópica hallado en el piso franco de la calle José Laguillo. Pero fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que planeaban un atentado contra una alta personalidad del Estado.

El grupo descartó secuestrar al concejal del PP de Nerja José Luis Pezzi, una acción que tenían prevista para agosto pasado, porque el irregular horario del edil dificultaba la operación. El comando pensaba matarle 48 horas después de su captura, al igual que hizo ETA con Miguel Angel Blanco.

Mlkel Azurmendi Peñagarikano, José Luis Barrios y María Teresa Pedrosa prestaron ayer declaración ante el juez García-Castellón, así como los dos franceses que transportaron hasta Sevilla cientos de kilos de explosivos.

Azurmendi declaró que los atentados son su trabajo y que se limitó a cumplir las órdenes de ETA lo mejor que pudo. El etarra, que tenía un tobillo vendado, mostró gran frialdad incluso al relatar su participación en el asesinato del concejal sevillano Alberto Jiménez-Becerril y su esposa el 30 de enero pasado. Según fuentes de la investigación, el comando actuó tras controlar durante dos o tres semanas al matrimonio.

Barrios, que antes de estar en el comando Andalucía, perteneció al Nafarroa, se mostró más exaltado durante la declaración ante el juez. María Teresa Pedrosa se negó a declarar. Azurmendi fue reconocido por dos policías municipales de Madrid como el hombre que en agosto de 1994 les robó sus pistolas. La Guardia Civil registró ayer un piso de Pamplona perteneciente a una persona relacionada con Barrios. El inquilino estaba ilocalizable.