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El empresario Berezosvki movió la silla de Chernomirdin

Nuestra Casa es Rusia (NCR), el partido del poder del ex primer ministro Víktor Chernomirdin y en el que militan gran parte de los gobernadores, reúne hoy a su dirección, el Consejo Político, para anunciar oficialmente el comienzo de la campaña para las elecciones parlamentarias de 1999 y las presidenciales del 2000.El líder ruso, Borís Yeltsin, encargó precisamente a Chernomirdin la preparación de los comicios presidenciales cuando anteayer lo destituyó de forma fulminante y por sorpresa. El encargo de Yeltsin ha sido interpretado por la prensa rusa de forma contradictoria: mientras unos comentaristas políticos lo consideran como que ha designado a Chernomirdin su sucesor en el Kremlin, otros ven en él una maquiavélica para hacer desaparecer definitivamente al ex jefe del Gobierno de la vida política rusa.

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También están los que creen que quien ha movido los hilos de esta crisis es el influyente empresario Borís Berezovski, el principal artífice de la reunión de los financieros rusos para apoyar a Yeltsin en vísperas de las presidenciales de 1996. Berezovski parecía propenso a apostar por Chernomirdin en los próximos comicios, pero los últimos acontecimientos, y en particular la decisión del primer ministro de poner a la venta el 75% de las acciones de la petrolera Rosneft -que perjudicaba las ambiciones de compra por parte de Berezovski y sus aliados del grupo Menatep- determinó que el empresario se desilusionara de Chernomirdin. Que había dado la espalda al primer ministro lo demostró en la entrevista que dio a la cadena privada NTV, el domingo pasado, en la que calificó de "no elegible" en el 2000 tanto a Yeltsin como a Chernomirdin. Berezovski descartó a todos los políticos que actualmente se barajan como presidenciables y opinó que había que apostar por nuevos nombres.

La jugada que ha hecho Yeltsin deja abiertas, en realidad, todas las posibilidades. Si el Constitucional dictamina que puede presentarse a la reelección y él desea hacerlo, tendrá a Chernomirdin neutralizado y a un joven primer ministro que por el momento puede aplazar sus ambiciones presidenciales, en el que caso que las tuviera. Y si Yeltsin opta por no presentarse a los comicios del 2000 o le impiden hacerlo, podrá decidir en el último momento a quién pasarle el testigo, dependiendo tanto de la actuación de Serguéi Kiriyenko, la nueva superestrella de la política rusa, como de la de Chernomirdin y de las nuevas figuras que puedan surgir en los dos años que todavía quedan.

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