Kiriyenko prepara un Gobierno continuista en Rusia
Serguéi Kiriyenko, el primer ministro interino de Rusia, comenzó ayer las consultas para formar nuevo Gobierno después de que el presidente Borís Yeltsin destituyera inesperadamente el lunes a todo el Gabinete. Entretanto, los políticos discuten las posibilidades que tiene Kiriyenko de ser aprobado en la Duma estatal, la Cámara baja del Parlamento, como jefe del Gobierno. Mientras el número dos del Partido Comunista (PC), el duro Valentín Kuptsov, declara su oposición a Kiriyenko, Nuestra Casa es Rusia, el movimiento liderado por el defenestrado Víktor Chernomirdin, le apoya. Se cree que en el futuro Gobierno repetirán muchos de los ministros que trabajaron con Chernomirdin.
"Tengo carta blanca para la composición del nuevo Gabinete, pero indudablemente la decisión final será del presidente Yeltsin", declaró Kiriyenko a la radio Eco de Moscú, donde se negó a dar detalles sobre las personas que piensa proponer en el plazo de una semana a Yeltsin. Sin embargo, la opinión generalizada es que muchos, si no la mayoría, de los actuales ministros figurarán en el nuevo Gobierno.El mismo Yeltsin, por de pronto, elogió ayer la labor de los titulares de Defensa, el mariscal Ígor Serguéyev, y de Exteriores, Yevgueni Primakov, lo que se interpreta como clara señal de que ambos ministros conservarán sus puestos. Primakov así lo confirmó en Alemania.
Las primeras consultas sobre el nuevo Gabinete las tuvo ayer con Chernomirdin, el primer ministro saliente, quien acudió a la Casa Blanca para despedirse de sus colaboradores. "Seis años han pasado como un solo día", dijo en una emotiva ceremonia de despedida. Chernomirdin, que el Jueves Santo cumple 60 años, llegó al Gobierno en mayo de 1992 como viceprimer ministro y a partir de diciembre de ese año encabezó el Gabinete.
Kiriyenko, que con Chernomirdin sólo comparte su afición por la caza, se entrevistó después con los jefes del Parlamento. Yegor Stróyev, el presidente del Consejo de Federación o Cámara alta, no le ocultó que deseaba ver a representantes de las regiones en el nuevo Gobierno. Kiriyenko, sin embargo, se negó a discutir nombres concretos. "Hay que decir claramente que las personas no son un fin en sí mismo; lo importante son las tareas que debe resolver el Gobierno; por eso hoy hablamos principalmente de ellas", dijo al salir de la reunión. "Trabajaremos en un régimen de diálogo, cosa que considero de suma importan cia", señaló el primer ministro interino, antes de agregar que el próximo miércoles asistirá a la sesión de la Cámara para escuchar las opiniones de los gobernadores y presidentes de las repúblicas de la Federación Rusa.
Las conversaciones con Guennadi Selezniov, el jefe de la Duma, fueron similares. "Hablamos de cómo infundir nuevo aire en los fuelles del antiguo Gobierno", dijo Selezniov, puntualizando que no habían tocado el tema de Ios cambios ministeriales", sino que se habían concentrado en "el contenido de la labor del futuro Gabinete de ministros".
Mientras Kiriyenko trata de determinar la posible composición del nuevo Gobierno, políticos y partidos se pronuncian sobre las perspectivas que éste tiene de ser ratificado por los diputados. En ausencia del líder comunista, Guennadi Ziugánov, que se encontraba el lunes en Crimea, Valentín Kuptsov, el número dos del PC, advirtió que su grupo parlamentarlo no apoyará a Kiriyenko, por considerarle un hombre cercano a los reformistas Anatoli Chubáis y Borís Neintsov que continuará la "nefasta" política monetarista. Sin embargo, es muy posible que los comunistas terminen aceptando al joven tecnócrata. Ya el mismo Ziugánov declaró su interés en entrevistarse con Kiriyenko y la reunión con el también comunista Selezniov fue positiva, según éste. Por lo demás, el rechazo de la candidatura de Kiriyenko puede conducir a la disolución de la Duma. Yeltsin debe llamar a nuevas elecciones parlamentarias si los diputados se niegan tres veces a ratificar al primer ministro propuesto. Ya han manifestado su apoyo a Kiriyenko tanto Nuestra Casa es Rusia como el Partido Liberal Democrático del nacionalista VIadímir Zhirinovski.
El nombramiento de Kiriyenko, de 35 años, dejó perplejos a la mayoría de los políticos y comentaristas. Yeltsin ya se había fijado en el joven tecnócrata hace varios años, el 13 de agosto de 1994, cuando el presidente conversó con él durante su visita a la famosa feria industrial de Nizhni Nóvgorod. La impresión que le causó el entonces banquero local fue tan positiva que Yeltsin manifestó su disposición a ofrecerle un trabajo en Moscú.
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