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El Defensor del Menor recibió 88 quejas por maltrato a niños en 1997

Un total de 88 quejas por maltrato a niños llegaron en 1997 al defensor del menor, Francisco Javier Urra. De ellas, 35 se referían a supuestos malos tratos físicos; 26, a psíquicos, y 27, a abusos sexuales, según recoge la memoria que esta institución presentará pronto a la Asamblea de Madrid, de la que depende."El tema de los abusos sexuales a niños está francamente mal, aunque aflore sólo un porcentaje escasísimo de los que suceden", aseguró ayer Urra, según informa la agencia Efe. Indicó que la alarma proviene también de los médicos de urgencias de los hospitales del Niño Jesús y de La Paz, que ven incrementarse el número de casos.

Algunas denuncias de abuso sexual las formulan los propios afectados. Así ocurrió en el caso de dos hermanos deficientes mentales de 18 y 17 años que, a finales de febrero, acudieron al defensor para denunciar que eran agredidos sexualmente y prostituidos por su propia madre y su tío abuelo. "Sólo un 5% de las quejas las formulan los propios niños. Es poco, pero significa al menos que conocen cada vez más esta institución", afirma.

La oficina del defensor recibió en su primer año de existencia 16.000 llamadas o escritos de denuncia, que ha sintetizado en 825 expedientes, ya que muchos tenían el mismo contenido. Por ejemplo, las quejas sobre contenidos violentos en la televisión.

Así, de los 825 expedientes abiertos, 300 se refieren a denuncias sobre menores desprotegidos o mal atendidos. "Nos ha llamado la atención que en numerosas ocasiones sean los abuelos de los niños quienes denuncian el desamparo en que éstos se encuentran", afirma. "Ése es un caso que se nos da con parejas de toxicómanos que no atienden bien a sus hijos", añade.

Preocupación por los guetos

Las malas condiciones de vida de los niños en guetos chabolistas o de realojamiento, como Pitis (Fuencarral) o La Celsa (Puente de Vallecas), son uno de los temas que más preocupan al Defensor del Menor. "En esos núcleos hay niños sin escolarizar en pésimas condiciones de salubrida", explica Urra."Si la situación de esos asentamientos no se aborda en su conjunto, con medidas formativas y laborales, lo único que conseguiremos son modificaciones estéticas y los niños de esos asentamientos seguirán sin tener un futuro", apostilla.

Otro bloque de expedientes de queja (200) se refiere a los contenidos, según los denunciantes, "poco adecuados" de revistas infantiles y juveniles y de programas de televisión. Hay asimismo 400 expedientes relacionados con la escasa adecuación del espacio urbano a las necesidades de los chavales.

"También nos preocupa la utilización bastarda que a menudo hacen los padres con sus hijos en procesos de divorcio y separación", añade Urra. "También creemos que, en general, esta sociedad cuenta muy poco con la opinión de los niños", concluye.

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