Falsificaciones por la cara

La alarma se ha extendido entre los bancos. Pero esta vez el detonante no ha sido una banda de esquivos butroneros ni de sanguinarios atracadores, si no un nuevo sistema de falsificación del DNI cuyo potencial delictivo radica en su aterradora simplicidad. El procedimiento, como recoge el informe confidencial de la policía que ha puesto en alerta a los bancos, se centra en los DNI de nuevo formato con foto en blanco y negro. Una vez sustraído este documento, al delincuente le basta un ligero toque para obtener una identidad ajena por la cara pega una fotocopia de su propia fotografía encima del plástico original y plastifica de nuevo el documento. Ya está. El resultado, "aunque pueda parecer burdo", como advierte la policía, burla los mejores sistemas de seguridad. El único remedio es tener buen ojo: fijarse en si la foto ha sido pegada a mano (y no por láser), y manosear el plastificado, ya que las falsificaciones presentan un relieve menos marcado.