El PP ofreció al PSOE pactar una nueva resolución sobre México
La resolución del Congreso sobre la matanza de Chiapas, en principio una inocua declaración institucional más sobre política exterior, ha roto el consenso que presidía las relaciones entre el PP y el Partido Socialista en esta faceta. La polémica manifestación del líder del PSOE, Joaquín Almunia, contra aquella resolución ha dinamitado las posiciones que en materia internacional convivían entre los socialistas y ha dejado sin respuesta una oferta posterior del PP para matizar en otra resolución conjunta esa conflictiva posición.
"Sobre política exterior en el PSOE, ahora no sabes con quién hablar y a la mínima te dejan colgado de una brocha", indicó un dirigente del PP responsable de Exteriores tras observar lo sucedido el pasado miércoles en el Congreso, cuando se votó que las comunidades autónomas podrán participar en los Consejos de Ministros de la Unión Europea. Un alto cargo del Gobierno aseguró varias veces a los responsables del Grupo Popular que este asunto lo tenían pactado Almunia y el ministro Abel Matutes, que se oponía a la medida. Finalmente los socialistas optaron por sumarse a la iniciativa del PNV, ante lo cual el PP acabó aceptando que las comunidades pudieran tener representación en el órgano comunitario.
El portavoz del PP en la comisión de Exteriores, José María Robles Fraga, secretario del área internacional del partido, se dirigió ese mismo miércoles a su teórico homólogo en el PSOE, Luis Yáñez, para comentarle la posibilidad de aclarar en una resolución conjunta, a consensuar incluso con más formaciones, el estado de las relaciones generales de España con México. La oferta tenía el sentido de matizar los párrafos más polémicos de la anterior resolución de condena sobre lo ocurrido en Chiapas, que han sido precisamente los más cuestionados por Almunia. Yáñez no contestó.
Los derechos humanos
Los portavoces socialistas en la comisión de Exteriores, que aprobaron y no enmendaron la condena de la matanza, estaban muy preocupados ese día por la desautorización de Almunia desde México. Querían esperar a su regreso para pedirle explicaciones. Fuentes del Grupo Socialista relacionadas con la política exterior justificaron ese día, anónimamente, las palabras de Almunia por su aún escasa preparación en asuntos internacionales y porque, en su criterio, se había preparado mal el viaje. Comentaron que se le había recomendado no aceptar la residencia oficial en México para evitar caer en el síndrome de Estocolmo. Y subrayaron que la teoría que formuló sobre la no injerencia está superada cuando se trata de defender los derechos humanos.El Gobierno de México sí pretendió inmiscuirse en la actuación tanto del PP como del PSOE con respecto a la resolución de Chiapas. Fuentes del Grupo Popular admitieron que el embajador de México en Madrid llamó tanto a la dirección del PP como al Grupo Socialista para conocer e intentar variar su posición.
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