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14 años de cárcel para el acusado de secuestrar al químico de Algete

El estudiante Francisco Javier Cervigón fue condenado ayer a 14 años de prisión por haber secuestrado, el 6 de octubre de 1996, al padre de su ex novia, el químico de Algete José Luis Zaragoza. Aunque hoy, 28 meses después del secuestro, sigue sin saberse nada sobre el paradero del químico, la Audiencia de Madrid esgrime en su sentencia una decena de pruebas e indicios para concluir que Cervigón, de 39 años, es el autor de ese delito. El tribunal pone fin así al proceso judicial, pero deja abierta una incógnita: ¿dónde está el químico?

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Un rescate de 90 millones

En el juicio -celebrado en la Sección Primera bajo la presidencia de José Manuel Maza-, los policías que investigaron este caso expresaron su convicción de que José Luis Zaragoza está muerto y enterrado en algún lugar de la sierra de Ávila, provincia natal de la familia de Cervigón.De momento, y de ahí los 14 años de cárcel, considera que Cervigón -considerado como una persona "fría y calculadora"- es el autor de la "detención ilegal" (figura jurídica aplicable al caso) del químico José Luis Zaragoza.

El tribunal basa la condena de 14 años de cárcel a Cervigón en al menos 10 pruebas o indicios. Según la Audiencia, el acusado sabía que el padre de su ex novia tenía previsto viajar el 6 de octubre de 1995 en su coche desde su chalé de Algete hasta Zaragoza. El químico iba de caza y llevaba en el capó su escopeta para ese menester.

Asimismo considera probado el tribunal que Cervigón "le retuvo" esa mañana "y le llevó a un lugar que no ha podido determinarse". Prueba de que el químico fue "privado ese día de libertad" es la llamada que días después de la desaparición efectuó "un varón anónimo al cuartel de la Guardia Civil de Tres Cantos". El comunicante indicó "con precisión" a los agentes, explica el tribunal, la calle de Madrid en que se hallaba el vehículo en el que José Luis Zaragoza iba a viajar a la capital aragonesa. Los agentes echaron en falta del maletero la escopeta de caza que se llevó el químico en el coche, pero en cambio encontraron las llaves del vehículo en el asiento delantero. Esa escopeta y otra que desapareció de otra casa que el químico poseía en Zaragoza fueron halladas en poder de Cervigón cuando la policía le detuvo seis meses después del secuestro. Dos de los 14 años de condena son por tenencia ilegal de armas de fuego.

Otra prueba inculpatoria es la siguiente: el 19 de octubre de 1996, Cervigón habló con el encargado de la cafetería del colegio mayor en el que estudiaba. Buscaba una falsa coartada. Cervigón dijo al encargado que si la policía le preguntaba sobre él, dijese que había estado en la cafetería en la mañana del 6 de octubre (fecha de la desaparición). El encargado, que apenas conocía a Cervigón, desbarató esa coartada ante el juez instructor y luego durante el juicio. "Me dijo que tenía problemas con unos socios y que dijera eso, pero no estuvo allí...".

Otra de las pruebas que enumera el tribunal es la siguiente: tras la desaparición del químico, Cervigón estableció contacto con un detective al que conoció cuando era novio de Marisa (la hija del químico) y le pidió consejo sobre cómo resolver un secuestro. Comentó que podía conseguir un rescate de 90 millones y ofreció al detective la mitad del dinero si le ayudaba. Lo que en ese momento ignoraba es que el detective le investigaba a él desde hacía semanas a instancias de la familia del químico. Marisa, su ex novia, dijo ayer: "La sentencia está bien construida, pero lo que hace falta ahora es que él diga dónde está mi padre".

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