Daniel Ortega, denunciado por su hijastra por abusos sexuales
Daniel Ortega, secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y ex presidente de Nicaragua, ha encontrado a su peor enemigo dentro de su propia casa. Su hijastra, Zoila América, de 30 años, lo ha acusado públicamente de abusar de ella sexualmente desde que tenía 11 años.
Ortega ha reaccionado con rapidez. Su compañera sentimental y madre de Zoila, Rosario Murillo, y siete de sus nueve hijos salieron ayer en su defensa apelando a Dios y enviándole "luz y amor" a Zoila América para que regrese a la familia. El propio Ortega, en una breve comparecencia ante varias decenas de periodistas nacionales y extranjeros, sólo dijo sentirse "triste y adolorido".
La denuncia pública hecha por Zoila América Ortega ha hecho más daño político a Daniel (como se le llama popularmente en Nicaragua) que todas las estrategias diseñadas por el Gobierno conservador para acabar con el sandinismo. El contexto no ha favorecido al histórico líder de la revolución sandinista (1979-1990). El Consejo Supremo Electoral confirmaba ayer la derrota del Frente en las trascendentales elecciones de la Costa Atlántica y faltan apenas dos meses para el Congreso extraordinario Sandinista, donde Ortega luchará por su reelección como candidato presidencial.
Desde hace tres meses, Zoila América está haciendo campaña en las asambleas sandinistas para lograr la destitución de Ortega como secretario general del Frente. Las tesis que barajan los analistas políticos apuntan a una maniobra detrás de la que estarían varios miembros de la dirección del Frente que propugnan un cambio de liderazgo.
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