Antonio Quarracino, cardenal primado argentino
El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de Argentina, Antonio Quarracino, murió el pasado sábado, tras un semana de agonía, según anunció su secretario privado, monseñor Roberto Toledo.Nacido en la ciudad italiana de Salerno hace 74 años, ejerció su tarea pastoral de forma tradicional, aunque a la hora de los discursos fue frontal, polémico y sin medias tintas. Destacó en el campo del ecumenismo y de las relaciones interreligiosas, que le valieron incluso el reconocimiento de la colectividad judía local e internacional. El acceso de Quarracino a la sede primada no fue nada fácil, ya que, además de sufrir una hemiplejía, las malas relaciones con el entonces presidente Raúl Alfonsín (1983-1989) demoraron su designación, que se hizo efectiva el 10 de julio de 1990, tras la llegada de Menem al poder. No mejor suerte corrió en la última etapa al frente de la archidiócesis, porque su nombre y firma se vieron involucrados en la quiebra fraudulenta del Banco de Crédito Provincial de la ciudad de La Plata, que tiene detenidos y prófugos, supuestamente, allegados a su persona. Tras nacionalizarse argentino, el religioso cursó sus estudios primarios en la localidad bonaerense de San Andrés de Giles e ingresó luego en el seminario de San José de La Plata, donde realizó su formación humanística y eclesiástica. Fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1945, en la basílica de Nuestra Señora de Luján. El 3 de febrero de 1962, el papa Juan XXIII le nombró obispo. El 10 de julio de 1990, Juan Pablo 11 le nombró arzobispo de Buenos Aires y primado de Argentina, cargo que asumió el 22 de septiembre de ese mismo año-
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