Consideraciones
Acogiéndome a su buena voluntad, deseo hacer unas consideraciones en relación con las declaraciones de Juan Villalonga y de Pedro Schwartz sobre el destino de Fundesco, recogidas en la sección de Comunicación de su diario del día 24 de febrero.Fundesco, la fundación creada y promovida por Telefónica desde hace casi 30 años, se ve ahora privada de las asignaciones económicas que, junto a sus ingresos por actividades, permitían su funcionamiento. Paralelamente, el presidente de esta compañía anuncia su intención de promover una especie de "fundación de fundaciones" para cubrir los campos de la teleeducación, la cohesión social y la ayuda a discapacitados. Una intención que parece loable, pero que resulta sorprendente sabiendo que, con sus trabajos de in vestigación, estudio y difusión, Fundesco hacía eso y mucho más. Fundesco había llegado a ser la institución de referencia en nuestro país para el debate sobre el desarrollo de la sociedad de la información y sus consecuencias sobre el trabajo, la economía y las relaciones sociales, como pueden atestiguar los muy diversos organismos y personas que han sido colaboradores o destinatarios de sus proyectos en España, Europa y América Latina. Todo ello con un coste para Telefónica que no alcanzaba la media milésima de su volumen de negocios.
La Telefónica privatizada desmantela los equipos de profesionales que hacían esto posible, y su dirección tendrá que valorar si eso le beneficia. Creo que a la sociedad española, no. En cualquier caso, el destino de Fundesco estaba ya señalado desde que hace un año el propio Villalonga nombró para su gestión a Pedro Schwartz, personaje conocido como propagandista de ideas ultraliberales, pero ajeno por completo a los objetivos de esta fundación. El año de Schwartz ha servido para preparar este final; él sabrá de qué más, le ha podido servir perso nalmente. Su plan de supervivencia pasa por una reducción de 57 personas (tras otra anterior en 1997), combinando casos de despidos con otros de colocaciones dispersas y con pérdida de condiciones laborales en empresas del grupo Telefónica. Un mal precedente, por cierto, para el. colectivo- de trabajadores de este grupo, el mayor del país. De la plantilla de Fundesco quedan sólo seis personas, incluyendo chófer, asistente y secretaria, a las que se unen las 12 de su filial Fuinca, creada hace años por el actual secretario general de Fundesco para promover el uso de las bases de datos, lo que da idea de la abrumadora falta de criterios profesionales de la reconversión.
Queda esperar que el Ministerio de Educación y Cultura, protector legal de la fundación, vigile adecuadamente la utilización de los más de 1.300 millones acumulados en patrimonio y reservas durante la etapa en que Fundesco ejercía su función social y su patrón, Telefónica, operaba como monopolio público de las telecomunicaciones.- Presidente del comité de empresa de Fundesco.
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