Otros tres cetáceos varados en playas españolas

Los varamientos de cetáceos moribundos cunden en las costas peninsulares. Las últimas, Cantabria y Valencia. En la tarde del lunes apareció una hembra calderón de 5,30 metros en Ajo (Cantabria). Tres jóvenes que pescaban angulas vieron aproximarse al cetáceo a merced del oleaje hasta chocar con unas rocas. Durante dos horas, Juan Ponga y sus amigos mantuvieron húmeda la piel del calderón -donde eran visibles varios rasponazos- a la espera de la pleamar. Al amanecer el animal apareció muerto en la playa de Cuberris.

Cuando el director del Instituto Oceanográfico de Santander, Orestes Cendrero, regresaba al centro de examinar al calderón, un aviso le daba cuenta del varamiento en la playa de Isla de un delfín, muerto también. Según Cendrero, son muy comunes durante el invierno los avistamientos o varamientos de cetáceos en el Cantábrico, informa I. Mardones. Entre noviembre y diciembre se produce una media de 40 en toda la costa. Se trata, dice Cendrero, de ejemplares enfermos que no son capaces de vencer los vientos del invierno. No tienen fuerzas para luchar contra ellos y resultan arrastrados hacia las costas. En algunos casos encallan en lugares recónditos; cuando lo hacen en las playas, como el rorcual común de 16 metros que apareció muerto ayer en el Perellonet, atraen la atención de las decenas de curiosos. Así sucedió ayer en esa playa valenciana, informa Voro Maroto. En Ondarroa (Vizcaya) un cachorro de foca enfermo también fue rescatado ayer con vida.