El fiscal pide 32 años de cárcel para los etarras que secuestraron a Ortega Lara
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado penas que suman 32 años de prisión para Jesús María Uribetxebarria Bolinaga, Javier Ugarte Villar, José Luis Erostegui Bidaguren y José Miguel Gaztelu Otxandorena, los cuatro miembros de ETA que tuvieron secuestrado durante 532 días al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en un zulo de Mondragón (Guipúzcoa).
El fiscal califica los hechos como delitos de detención ilegal de funcionario público en el ejercicio de sus funciones exigiendo condición para ponerlo en libertad, con la circunstancia agravante de ensañamiento y asesinato en grado de conspiración.Además, solicita una indemnización de 65 millones de pesetas para Ortega, 15 millones por el tiempo que permaneció secuestrado y el resto por los daños morales y las secuelas, aunque el secuestrado ya renunció a cualquier indemnización que le pudiera corresponder.
El fiscal señala que en 1987, los cuatro terroristas alquilaron una nave en Mondragón y constituyeron una comunidad de bienes denominada Jalgi con el fin de fabricar piezas de repuesto y utilizar el negocio como tapadera de sus actividades para ETA. En el verano de 1988 excavaron un zulo de cinco metros cuadrados, donde escondieron las armas y explosivos destinados a los comandos que actuaban en la zona de Mondragón.
Poco después, el dirigente etarra Julián Atxurra Egurola, Pototo, les indicó que el zulo debía ser destinado a ocultar a secuestrados por la banda. Meses más tarde, tras el secuestro de Julio Iglesias Zamora (por el que se sigue otro proceso distinto) decidieron ampliar el zulo y excavaron un segundo habitáculo de 3,5 metros cuadrados que recubrieron con un forro de plástico y aislante acústico para evitar la humedad que se filtraba del río Deba. Los gastos de acondicionamiento del zulo fueron sufragados por la dirección de ETA en el sur de Francia.
En 1992, y tras la desarticulación de la cúpula de ETA en Bidart (Francia) Uribetxeberria, Ugarte Erostegui y Gaztelu formaron un comando denominado Gohierri. En la primavera de 1995, Achurra les ordenó secuestrar un funcionario de prisiones. El objetivo de la acción era presionar al Gobierno para forzar el traslado de los presos de ETA a otros centros penitenciarios del País Vasco.
Después de vigilar a varios funcionarios, los cuatro etarras decidieron secuestrar a Ortega Lara, lo que hicieron el 17 de enero de 1996 cuando llegaba a su domicilio en Burgos. Tras ser amordazado lo trasladaron en un camión hasta el zulo de Mondragón. Allí permaneció hasta el 30 de junio de 1997 cuando fue liberado por la Guardia Civil.
Los etarras estaban advertidos que en caso de no avanzar en la situación de los presos debían matar al funcionario secuestrado o dejarle morir de hambre. Ortega Lara pesaba 75 kilos cuando fue secuestrado y solo 52 en el momento de la liberación.
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