Alcoholización y alcaldes
En la Comunidad de Madrid se ha consentido, lamentablemente, la instalación de más establecimientos de consumo de alcohol y estruendo nocturno que todos los que hay en todo el territorio de cualquiera de los restantes países de Europa. Y, para colmo, sufrimos unos tardíos, abusivos y asimismo antieuropeos horarios de esos establecimientos, cuyas graves consecuencias de todo orden es bien obvio que no se solucionan con más o menos "insonorizaciones" -siempre de escasos resultados- dentro de dichos establecimientos.Pues lo peor es lo que ocurre en tomo a los establecimientos en cuestión, mientras funcionan, y luego, de madrugada, cuando echan por fin el cierre y salen afuera, embriagados y con enorme jaleo, quienes estaban dentro, lo que produce una tremenda perturbación, viaria y antivecinal. De ahí que los alcaldes no deban ponerse también en contra de los vecinos y a favor de la alcoholización intensiva de los jóvenes, que cada vez en más casos los lleva a caer en la dependencia de la heroína, la cocaína y las denominadas drogas de diseño. Los alcaldes tienen la ineludible obligación de reclamar de las autoridades autonómicas un sustancial adelanto -lo cual resulta fundamental- de los horarios actualmente autorizados a los establecimientos de que se trata, debiendo implantarse entre éstos, igualmente, amplias distancias mínimas y siendo no menos exigible que no se venda ni suministre alcohol, ni se admita en esos establecimientos, a menores de 18, años.- .
