Contratiempo para los hinduistas en las elecciones indias
La segunda de las cuatro jornadas de las elecciones en India se vio ayer oscurecida por la expulsión del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP) del Gobierno del Estado de Uttar Pradesh, el más poblado de India, con 140 millones de habitantes. El BJP perdió la jefatura del Ejecutivo, tras cuatro meses de ejercerla, por el abandono de dos de los partidos de la coalición que le apoyaban, lo que llevó al gobernador, dependiente del Gobierno de Nueva Delhi, a encargar nuevo Gabinete a otro partido. Uno de los activos electorales que el BJP ha vendido durante esta campaña es la garantía de estabilidad política y ahora esta propuesta ha quedado en evidencia. Atal Behari Vajpayee, candidato del BJP a primer ministro de India, calificó ayer la remoción de sus correligionarios como una "conjura de medianoche para influir en el voto del Estado", que elige 85 de los 455 parlamentarios de la Cámara baja que ahora se renueva. Sus partidarios protestaron por la medida y chocaron con rivales políticos, como muestra la foto. Vajpayee anunció haberse puesto en huelga de hambre "hasta la muerte" si el presidente indio no devuelve el Gobierno de Uttar Pradesh al BJP. En otros incidentes electorales ayer hubo 11 muertos.
