Los sordos se entienden
Desde estas columnas se han contestado toda clase de artículos. Se han hecho comparaciones: algunas rozan el menosprecio e invaden de indiferencia a personas enfermas o discapacita das. A los políticos se les ha tildado de esquizofrénicos, de autistas. Ahora les toca el turno a los sordos (Opinión, 27 de enero de 1998). Yo les propongo titulares igualmente ofensivos y, sin duda, menos correctos, pero más comprensibles: Diálogo de idiotas, por ejemplo, porque los sordos se entienden, tan sólo no oyen. ¿Saben?.-
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