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La heroína se encarece en las zonas marginales tras la caida de una gran red de suministro

"No hay heroína, y la que hay es mala y cara". Esta frase se repite desde el lunes entre los toxicómanos que acuden a comprar droga a poblados marginales como La Celsa y La Rosilla, en Vallecas, y Torregrosa, en Usera. Todos están al tanto de la desarticulación, efectuada el 4 de febrero y divulgada el sábado por la policía, de la principal red de abastecimiento de heroína a dichos núcleos. El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, afirma, sin embargo, que no hay escasez, sino nerviosismo entre los drogodependientes tras el desmantelamiento de la red.

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Los toxicómanos se quejan de que desde el lunes resulta más difícil y más caro conseguir heroína en los asentamientos marginales, adonde acuden muchos de ellos por los menores precios de la papelina. "O no hay y te tienes que marchar a otro sitio o te venden la micra (décima parte de un gramo) a 700 o a 1.000 pesetas, cuando en La Celsa, La Rosilla y Torregrosa suele estar a 500" explica una pareja que abandona La Rosilla sin lograr su objetivo. Sus planes son intentarlo por la noche en la zona de Gran Vía."Aprovechando nuestro agobio, están sacando a la venta todos los restos, cortados con no se sabe qué, y no te sirven ni de quitamonos, porque casi no hacen ni efecto", explican.

En la tarde de ayer, los heroinómanos abandonaban insatisfechos La Rosilla, un barrio de realojamiento de familias chabolistas gitanas convertido desde hace un año en uno de los mayores puntos de venta de droga de la ciudad. La afluencia de toxicómanos era menor de lo habitual. "Está esto muy mal", avisaba a los recién llegados un joven que intentaba fumarse un chino de heroína. Otro hacía gestos negativos a los drogodependientes que se iban acercando al poblado.

En La Celsa, la furgoneta de Médicos del Mundo intercambiaba jeringuillas como cualquier otro día. "No hemos notado nada especial, salvo las quejas que escuchamos por los precios que parece que tiene estos días la heroína", explican los voluntarios de la unidad.

Los trabajadores sociales y sanitarios de la Agencia Antidroga que atienden a los toxicómanos más marginalizados en los poblados sí han percibido un especial desasosiego entre sus usuarios. "Estos días se quejan de que apenas queda heroína en La Rosilla y en Torregrosa; en La Celsa parece que hay más, y por eso se acerca mucha gente hasta allí", explican estos asistentes del servicio Radar.

"Nosotros seguimos intercambiando jeringuillas como de costumbre, así que suponemos que al final, tras mayores esperas y pagando más, los toxicómanos consiguen su dosis", añaden. En el 061 no se ha advertido ningún aumento en la demanda de intervenciones sanitarias por carencia de droga.

Por otra parte, la policía intervino en una manifestación de un centenar de vecinos que protestaban el miércoles por la tarde por el aumento de la delincuencia en los alrededores del poblado chabolista de Jauja, en el distrito de Latina.

Durante la marcha, según los vecinos, los chabolistas comenzaron a apedrear a los manifestantes, informa Éstos contestaron también a pedradas. Fue entonces cuando la Policía disparó salvas al aire para tranquilizar los ánimos. Algunos testigos afirman que desde el poblado también surgieron disparos, llevados a cabo con escopetas de caza. La policía lo niega.

El delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, se reunió ayer con representantes vecinales de Latina y les prometió "más presencia policial y más iluminación". Los vecinos replicaron que seguirán manifestándose, según Europa Press.

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