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La compañera de un 'ertzaina' asesinado por ETA apela a sus derechos humanos

Rosa Rodero, la compañera del sargento mayor de la Ertzaintza Joseba Goikoetxea, reprochó ayer a una presunta etarra a la que estos días se juzga por su supuesta participación en su muerte que apele a los derechos humanos cuando "afectan a los presos", y se pregunta si "no son válidos los que afectan a los que ellos asesinan".

El diario Egin publicó ayer una carta firmada por Rosa Rodero a propósito de las quejas formuladas por Lourdes Txurruka Medinabeitia -una de las cinco personas enjuiciadas por el asesinato de Goikoetxea-, la cual afirmó que había sufrido malos tratos y había sido cacheada y obligada a desnudarse. "Somos personas y no hay derecho a que se nos trate así", agregó Txurruka.

"La presa Txurruka", escribe Rosa Rodero en Egin, "tiene mucha razón en que no hay derecho a que se les trate así. Pero hay que preguntarle a la presunta asesina si hay derecho a que ellos acaben con la vida de un hombre o si, cuando hablamos de derechos humanos, solamente son válidos los que afectan a los presos y no son válidos los que afectan a los que ellos asesinan. O si no son válidos los derechos de los niños, como el caso del que tuvo que asistir al asesinato de su padre".

Rodero expresa en la carta su deseo de que la presunta miembro de ETA haya reflexionado durante su estancia en la cárcel "sobre los derechos humanos más elementales que ETA, en primer lugar, y ellos como sicarios, en segundo, nunca respetan".

El coche del sargento

Dabi Alonso, uno de los dos concejales de Herri Batasuna en el Ayuntamiento de Bilbao, es el actual propietario del vehículo que antes perteneció al sargento Goikoetxea, asesinado por ETA en noviembre de 1993. La compra de ese coche fue casual, ya que lo adquirió en un concesionario a través de un intermediario. Sin embargo, el edil conoce su procedencia desde hace al menos mes y medio.Alonso adquirió el vehículo, un Opel Vectra blanco, en un concesionario de una localidad próxima a Bilbao el 4 de marzo de 1994, poco más de dos semanas después de que la familia de Goikoetxea lo pusiera a la venta. El automóvil apenas tenía un año de antigüedad y era el mismo en el que viajaba el sargento mayor con su hijo cuando fue abatido a tiros en pleno centro de Bilbao, tras detenerse en un semáforo.

Un representante de la empresa concesionaria explicó ayer cómo se realizó la venta: "Un amigo de la casa, que era amigo del comprador, nos preguntó por un coche bueno y adquirió el Opel Vectra. Nosotros desconocíamos a quién pertenecía hasta que hace un mes y medio el intermediario nos llamó, montado en cólera, diciendo que había visto la matrícula en los periódicos y así se había enterado de a quién había pertenecido anteriormente. Afirmó que era una pasada".

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