Dirigentes del PSC aseguran que Maragall optará a la Generalitat

Los socialistas catalanes quieren designar a Pasqual Maragall candidato a la Generalitat antes del próximo verano. Maragall ha expresado en las últimas semanas su disposición a enfrentarse en las urnas al nacionalista Jordi Pujol en conversaciones privadas con dirigentes del PSC y amigos que le han visitado en Roma, donde el político socialista ejerce de profesor universitario desde que el pasado mes de septiembre dejó la alcaldía de Barcelona.

Desde que Maragall anunció hace año y medio su irrevocable dimisión como alcalde, el PSC no ha dejado de presionarle para que acceda a ponerse al frente del cartel socialista en las próximas elecciones autonómicas, que probablemente se celebrarán en la primavera de 1999.Maragall respondió a esas presiones con una hermética ambigüedad hasta que Joaquim Nadal notificó en diciembre pasado al líder del PSC, Narcís Serra, que él no repetiría como candidato a la Generalitat aun en el caso de que Maragall declinase aceptar el reto.

Serra se apresuró a dejar claro públicamente que él tampoco encabezaría el cartel autonómico de su partido, y preparó una serie de reuniones con Nadal y Maragall para los primeros días de enero. El objetivo de aquellos encuentros no era otro que convencer a Maragall de que debía aceptar el reto; de lo contrario, le argumentaron, el PSC se encontraría de repente en una de las peores situaciones de su historia: sin candidato solvente y, lo que sería peor, sin aliento ni moral de combate.

Por aquellas fechas, Maragall expresó a un amigo su convicción de que no le quedaba más remedio que encabezar la candidatura. Igual reflexión le hizo a finales de enero al alcalde de Terrassa y presidente de la Diputación de Barcelona, Manuel Royes. Maragall comentó a ambos que la situación del PSC no le dejaba otra alternativa que competir con Pujol.

También constató Maragall en ambas conversaciones que no estaba clara su victoria electoral, pero pronosticó que al menos su candidatura inquietará al líder nacionalista y le pondrá difícil la reelección.

Serra y el propio Maragall pretenden que el debate sobre la candidatura del PSC no se abra de ningún modo antes de que Maragall acabe su estancia en Roma, en mayo o junio próximos. El PSC quiere evitar que CiU pueda cargar a placer contra un Maragall incapacitado por la lejanía para el ejercicio diario de la esgrima preelectoral.