El ex primer ministro argelino Brahimi acusa a tres generales de las últimas matanzas de civiles
"Yo acuso a tres generales, Mohamed Lamari, Mohamed Medien y Smain Lamari, de ser responsables de todas las matanzas que han tenido lugar en Argelia desde hace un año y medio". La denuncia lanzada a bocajarro por el ex primer ministro argelino Abdelhamid Brahimi contra los máximos responsables militares es la más directa y precisa de todas las que se han hecho, tanto por el mismo Brahimi como por diferentes políticos o ex agentes de seguridad argelinos que han desertado, contra los militares argelinos, sospechosos de complicidad con los grupos terroristas o de pasividad ante los atentados.
El ex jefe de Gobierno, hoy exiliado en Londres, señala con nombres y apellidos a los tres hombres que mantienen bajo su dirección el estamento militar. Son estos tres generales los que controlan no sólo el poder de fuego del Ejército, sino a sus hombres. La oficialidad les es obediente, sea por miedo, sea por admiración, sea por los comp]ejos mecanismos que rigen la estructura interna de las Fuerzas Armadas argelinas.
En la entrevista que ha concedido al semanario marroquí Maroc Hebdo International, Abdelhamid Brahimi exime a "los 170.000 hombres del Ejército de estar implicados en la represión del pueblo argelino", y porta la responsabilidad exclusivamente sobre la cúpula castrense, que "ha creado unas milicias cuyo número (200.000 efectivos) supera al de los soldados".
Unas milicias dotadas de armamento moderno, que falta incluso en las unidades regulares. El general Mohamed Lamari, de 59 años y actual jefe de Estado Mayor, es considerado como el máximo exponente del sector duro del Ejército, partidario de "la solución militar contra el terrorismo". A principios de los noventa, antes de la anulación de las elecciones legislativas de 1992, estuvo al mando del Ejército de Tierra, pero fue depuesto de su cargo. Más tarde se le encomendó el mando de las Unidades Antiterroristas, y de ahí pasó a controlar el Estado Mayor.
El general Mohamed Medien, apodado Tewfik, es el máximo responsable de la actual Seguridad Militar, cargo en el que fue nombrado en 1990. Anteriormente se ocupaba de controlar a sus homólogos, a la cabeza del departamento de seguridad del Ministerio de Defensa. La gente de su entorno le tacha de "ladino, especialista en golpes bajos".
El general Smain Lamari está al mando del contraespionaje, llamado Seguridad Interior. A su sombra se han formado los comandos de la muerte de la lucha antiterrorista, unidades especiales preparadas para intervenir en situaciones de crisis.
Tregua del EIS
Gracias a la intervención de Smain Lamari, nunca reconocida oficialmente, se llegó a la tregua pactada por el Ejército Islámico de Salvación (EIS), que comenzó el 1 de octubre pasado, y que permitió neutralizar a los 5.000 muyahidines seguidores del FIS y al mando de Madani Mezrag. Brahimi afirma que los GIA (Grupos Islámicos Armados), a los que se atribuye la autoría de la mayor parte de las matanzas ocurridas en el país magrebí en los últimos años, "son infiltrados y manipulados por los servicios de seguridad", y que algunos de los comandos armados "han sido creados directamente por estos servicios".
Las poblaciones que sufren del terrorismo "son los que votaron al FIS en 1991 y que la seguridad militar considera como bastiones electorales de este partido. De ahí la venganza y el ajuste de cuentas póstumo", observa Brahimi.
El balance que hace Abdelhamid Brahimi de estos seis años de guerra en Argelia es desolador. "Desde 1992 ha habido tres jefes de Estado, y uno de ellos, Mohamed Budiaf, asesinado; ha habido cinco primeros ministros y centenares de ministros, algunos de ellos sólo unas cuantas semanas, antes de ser depuestos".
Sin embargo, añade Brahimi "estos tres generales llevan en su puesto desde 1992". Su inamovilidad es su propia acusación. "Es hora de que rindan cuentas de su gestión criminal del país".
Europa tiene una parte de responsabilidad en la perpetuación de la situación de crisis en Argelia ha, afirma el exjefe de Gobierno. "Francia y Europa tienen los medios de convencer al régimen argelino y obligarle a sentarse a la mesa para entablar un diálogo nacional con los partidos políticos representativos, incluido el FIS". Sin embargo, constata el ex político, "Francia apoya militar, diplomática y económicamente al régimen argelino".
[Una nueva bomba causó el jueves la muerte de una persona y heridas a otras 14 en una cafetería de Bab el Ued, cerca de la antigua alcazaba de Argel.
El ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, por otra parte, visitará España los próximos días 25 y 26 del presente mes, informa France Presse. Attaf será recibido por el rey Juan Carlos I y se entrevistará con el presidente del Gobierno, José María Aznar.]
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