Sobre la pena de muerte
Soy una estudiante de primero de Económicas en la Universidad de Valladolid. El año pasado cursé COU en un instituto estadounidense, en Colorado. En una de las clases que tenía surgió un debate sobre el sistema judicial de EE UU y la profesora preguntó quién estaba a favor de la pena de muerte. Toda la clase, sin dudar un momento, alzó el brazo. Sólo una compañera finlandesa y yo nos manifestamos en contra.Uno de los argumentos a favor del "asesinato legal" se basaba en que los "americanos honrados" no debían pagar el mantenimiento en las cárceles de esa gente indeseable. Es más barato y cómodo liquidarlos.
Esta nueva víctima del puritanismo americano ha sido ejecutada porque la sociedad estadounidense, que se proclama tan libre y progresista, respalda la pena de muerte sin mayores problemas éticos. Es terrible que esta reciente ejecución pueda impulsar la carrera política del señor Bush. Esa seguridad que se tiene sobre lo que está bien y lo que no da, como vemos una vez más, frutos espeluznantes. Quizá lo más triste de todo este asunto es el hecho de que se niegue la posibilidad de rehabilitación del delincuente, que, una vez cometido el crimen que sea y por los motivos que sea, se ve irremisiblemente condenado para toda la vida y hasta la muerte. La consigna es clara: ojo por ojo, diente por diente, y ¡que viva el pragmatismo!.-
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