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LA MONUMENTAL DE MÉXICO

El Zotoluco barre a Joselito

Eulalio López El Zotoluco barrió a José Miguel Arroyo Joselito en el esperado mano a mano del domingo. El mexicano toreó con exquisitez en dos emotivas faenas superando al hispano, que sólo lució con el percal. A Joselito le tocó la mala suerte de cargar con el peor lote. Pero, en honor a la verdad, le faltó garra y coraje en su actuación.

El Zotoluco utilizó el poder de su muleta con el codicioso segundo, que terminó por entregársele. Para contrarrestar las agresivas embestidas, principió su quehacer con largos y precisos doblones y prosiguió con tres series de seis redondos cada uno que tuvieron suavidad, hondura y sentimiento. Por el izquierdo, el natural lo dibujó con señorío y concluyó su bella faena con ayudados por abajo cobrando un certero y limpio estoconazo.

Xajay / Joselito, Zotoluco

Toros de Xajay (Y devuelto por pitón roto y sustituido por el sobrero): desiguales de presencia; fácil, 2º y 6º encastados, resto descompuestos y difíciles. Joselito: estocada caída que atraviesa (ovación y también pitos cuando sale al tercio); estocada baja (silencio); estocada honda caída (división). El Zotoluco: estocada (dos orejas); dos pinchazos, estocada y descabello (ovación y saludos); dos pinchazos y estocada desprendida (vuelta); salió a hombros. Monumental Plaza México, 8 de febrero. Media entrada.

Con el cuarto, que trajo la cabeza suelta y terminó defendiéndose, estuvo voluntarioso y con mucho empeño le pegó algunos pases de buena factura.

Pero lo mejor de la jornada fue el artístico trasteo de Zotoluco al sexto -de poco poder-, pero el espada de Azcapotzalco perdió los trofeos por pinchar. En el último tercio, a base de una entrega total, situándose constantemente en la cara del emotivo enemigo y citándolo a la distancia mínima, logró encelar al burel y cuando éste tomó el engaño vimos un recital de toreo cristalino y rítmico.

Las tandas de derechazos, los monumentales desdenes y cambios de mano por delante con que abrochaba daban la impresión de que eran un inofensivo juego. Pero la realidad es que el triunfo era de la férrea voluntad y la inteligencia del hombre sobre la fiereza del animal, acciones en las que prevalecieron la creatividad, el sentimiento y sobre todo el refinamiento en su ejecución.

Joselito bajó las manos con señorío y dio una ejemplar lección de la verónica con el que abrió plaza. En su desempeño con la bayeta peleó con gallardía con el oponente, que vino a menos en sus bellas series. Por el claro lado derecho templó y mandó con estilo, pero por el izquierdo no pudo acoplarse al medio recorrido del morlaco.

El tercero fue devuelto por salir con el pitón derecho roto y el sobrero que lo sustituyó fue aplaudido por su trapío pero fue gazapón, pegajoso y en sus viajes derrotaba. El madrileño no pudo acomodarse y se le vio indeciso y apático.

Abucheos

Cargando la suerte Joselito le enjaretó otra vez una tanda de elegantes verónicas al mansejo e incierto quinto. Con habilidad obligó a la res a que le repitiera, pero como el espada no insistió, el bicho acabó por imponerse. Al abandonar el coso, fue abucheado por la concurrencia.Para el próximo domingo se anuncia al español Manuel Caballero, el mexicano Fernando Ochoa y un tercer espada por designar, con toros de la ganadería de Santa Fe.

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