La Armija captura a un serbio acusado de matar a un alto cargo del Gobierno bosnio

Fue una operación con ribetes de película norteamericana. Los servicios de inteligencia de la Armija (Ejército bosnio de mayoría musulmana) urdieron una trampa perfecta para capturar al presunto asesino del viceprimer ministro bosnio Goran Vasic. A Hakija Turajlic le encelaron con la firma de la venta de su casa, situada en Dobrinja. Este barrio de Sarajevo, próximo al aeropuerto, está dividido por el antiguo frente de batalla. Cuando Turajlic cruzó en la tarde del viernes la demarcación con la esperanza de hacer un buen negocio, ocho soldados de la Armija, armados con metralletas, descendieron de tres camionetas camufladas, le golpearon en la cabeza y se lo llevaron detenido. Los serbios, en represalia, apresaron horas después varios vehículos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y a seis civiles musulmanes que iban en ellos.Tarajlic está acusado de asesinar al viceprimer ministro bosnio Goran Vasic en enero de 1993. Aquél fue uno de los episodios más sórdidos de la guerra. Vasic circulaba en un blindado francés por la peligrosa carretera entre el aeropuerto y la ciudad. Los radicales serbios detuvieron el vehículo en un control ilegal y, tras un forcejeo incial, obtuvieron permiso de los soldados franceses para abrir la portezuela. Al descubrir al viceprimer ministro bosnio en el interior le descerrajaron a quemarropa ocho disparos. La ONU, de la que dependían las tropas, nunca abrió una investigación.

La oficina del Alto Representante Civil para la antigua Yugoslavia, Carlos Westendorp, dijo ayer que se estaba a la espera de una información del Tribunal de la Haya para saber si Turajlic era un criminal de guerra. El Gobierno de Sarajevo ha obviado esta posibilidad al acusarle sólo del asesinato de Vasic.

Los radicales serbios aseguran que la captura de Turajlic, que califican de secuestro, es ilegal, pues se desarrolló en la parte serbia de Dobrinja y no en la musulmana. De ser cierto ese detalle, la detención de Turajlic violaría los acuerdos de Dayton. Las tropas francesas en ese área se hallan acantonadas y en alerta en espera de nuevos incidentes.