El sótano puede esperar
"El bien estar de la economía es en gran parte como el bienestar de un individuo. Mi felicidad depende casi por completo de muy pocas cosas importantes, como el trabajo, el amor y la salud, y todo lo demás, en realidad, no merece la pena preocuparse por ello -excepto que a menudo no puedo hacer o no voy a hacer ninguna cosa para cambiar la estructura básica de mi vida, y entonces me preocupo por pequeñas cosas como el estado de mi sótano. Para la economía, los asuntos importantes -los que afectan al nivel de vida de gran número de personas- son la productividad, la distribución de la renta, y el desempleo. Si estas cosas van satisfactoriamente, no mucho puede ir mal, mientras que si van mal, nada puede ir bien. Sin embargo, muy poco de la tarea de la política económica concierne a estos grandes asuntos.Para mucha gente esta lista parecería demasiado corta. ¿Qué hay de la inflación o de la competitividad internacional? ¿Qué hay de la situación de los mercados financieros o del déficit presupuestario? La respuesta es que estos problemas son de distinta clase, principalmente porque sólo tienen una influencia indirecta en el bienestar de la nación".
Aunque es una traducción doméstica, puede decirse que leía hace poco estas palabras de un libro de un conocido economista (Paul Krugman) mientras comprobaba que no podían decirse otras mejores acerca de nuestra "España (que) va bien". Al final de la página se leía: "Desafortunadamente, cuando repasemos lo que se hace por aquellos grandes asuntos, veremos también que nadie suele hacer nada por ellos".
Seguramente él nos recomendaría algún cambio estructural para ocuparnos de lo importante; el sótano puede esperar.-
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