Ardanza pide al PP y al PSOE que no pongan en peligro la unidad del pacto

El lehendakari José Antonio Ardanza no está dispuesto a que el PP y el PSOE lleguen a un acuerdo que ponga límites a la "segunda fase" del Pacto de Ajuria Enea, que incluiría una primera etapa de diálogo sin límites entre los partidos del bloque democrático y una segunda en la que se incluiría ya a HB, siempre y cuando ETA asumiera antes una tregua. Ardanza advirtió ayer en el Parlamento de Vitoria que un acuerdo entre el líder socialista, Joaquín Almunia, y el presidente del Gobierno central, José María Aznar, para restringir los cambios que él propone en esta "segunda fase" pondría en peligro la unidad de los demócratas.

El lehendakari está a punto de acabar una ronda de conversaciones con los partidos vascos, y tiene previsto entrevistarse después con los de ámbito nacional (PSOE, PP e IU). A los líderes de los dos partidos mayoritarios les envió ayer un mensaje por adelantado: "Ir a un proceso de reconducción de ese tipo puede romper la unidad" en torno al Pacto de Ajuria Enea. "Espero", añadió, "que todo el mundo actúe en este proceso con lealtad, porque lo que nos estamos jugando son muchas cosas, y además muy serias, y tengo que confiar en el buen hacer de las personas". El plan elaborado por el lehendakari para impulsar el proceso de paz en el País Vasco les fue comunicado a los partidos el pasado 16 de enero, y a José María Aznar un día después, si bien sólo el jefe del Ejecutivo tiene el documento. El guión de la presidencia vasca ofrece a Herri Batasuna y a ETA, previa renuncia de la violencia, el compromiso de las instituciones del Estado de que las decisiones que pacten las formaciones políticas vascas serán aceptadas. La oferta establece que tanto el Gobierno como el Congreso de los Diputados deben asumir los acuerdos que salgan de esas conversaciones, incluidos los que modifiquen el Estatuto de Gernika y la Constitución.La próxima semana, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, se reunirá en la Moncloa con el presidente del Gobierno, José María Aznar. Éste tiene intención de pedirle que se sume a él para limitar el contenido de esta "segunda fase" del Pacto que propone Ardanza. Aunque el planteamiento que se ha hecho en Moncloa de esta cita no gusta al lehendakari, porque "en el ámbito vasco la propuesta está razonablemente encauzada, perfectamente entendida e interpretada", Ardanza prefirió ayer no generar una polémica antes de explicarla con todos sus matices a los partidos de Madrid.

Según las previsiones de la presidencia vasca, la Mesa de Ajuria Enea podría volver a reunirse a finales de este mes para poner en común los resultados de los debates bilaterales, y, si hubiera acuerdo, lanzar el diseño definitivo de un escenario para el final de la violencia, sobre la base de una tregua indefinida de ETA. Almunia dejó claro ayer que el PSOE no está dispuesto a apoyar un plan de diálogo con HB mientras la coalición abertzale apoye a ETA. Sobre la posibilidad de una tregua por parte de ETA, el líder socialista fue categórico: "El problema es que no la hay, y no es posible hacer castillos en el aire. Tenemos que hacer política sobreun tema tan serio como que la vida de muchas personas está en peligro", precisó. En su opinión, se habla demasiado de polémicas y poco de lo que debemos hacer para mejorar la eficacia en la lucha contra el terrorismo". Igual de contundente, el ex presidente del Gobierno Felipe González advirtió que "ofrecer en este momento una vía de diálogo es ofrecer impunidad".

Desde el PP, el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, iba más allá y decalificaba abiertamente la iniciativa del PNV. En su opinión, lo que procede es un impulso de la lucha antiterrorista y la ilegalización de Herri Batasuna.

Aun así, el lehendakari se mostró "satisfecho" y esperanzado por el resultado de la ronda de conversaciones que está manteniendo con los partidos vascos. Ardanza anunció poco después, en un debate de Euskal Telebista, que las elecciones autonómicas se celebrarán el 25 de octubre, día en que se conmemora el aniversario del Estatuto de Gernika. Ardanza, que con esa fecha cumple su promesa de no adelantarlas, está obligado a publicar el decreto de elecciones a finales de agosto, con lo que Parlamento dará por finalizado su periodo de sesiones en junio o la primera semana de julio.