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Dos rapados durmieron en la estación de Atocha días antes de atacar a los indigentes

Dos rapados durmieron en la estación de Atocha con los mendigos días antes del ataque ultra que sufrieron los indigentes el pasado sábado. Así lo explicaron ayer varios de los desarraigados. Éstos creen que los rapados pernoctaron en el vestíbulo del metro (habilitado por el Ayuntamiento para que pasen el invierno los indigentes) para preparar "al detalle" la agresión. Los violentos lanzaron un gas tóxico, aunque no llegaron a apalear a nadie por la intervención de los vigilantes jurados. La policía investiga la implicación de rapados de extrema izquierda en el ataque.

El miedo retuvo ayer a algunos de los vagabundos que duermen en la estación de Atocha en las entrañas del metro. Uno de ellos, Pedro, de 45 años, explicó que la semana pasada había dos rapados entre ellos: "Aquí viene mucha gente, y ese día nadie se extrañó al ver a los dos rapados, pero hoy hemos empezado a pensar que acudieron para ver cómo podían entrar a por nosotros". "No llevaban botas, pero sí cazadoras y pantalones ajustados", añadió.Antonio Hernández, miembro del colectivo Amauta, que repartía comida a los indigentes en el momento del ataque, confirmó ayer que los rapados "llevan un tiempo merodeando por la zona". "A primeros del mes de enero hubo algunas agresiones y alguna denuncia en comisaría", dice Hernández, un funcionario que colabora con el colectivo.

La noche del pasado sábado Antonio tuvo que cerrar la puerta para que los gases tóxicos que lanzaron los 30 rapados no contaminasen el recinto donde dormían los indigentes: "Se pusieron muy nerviosos, porque veían fuera a los rapados, pero no llegaron a tener contacto con ellos gracias a los vigilantes", señaló Antonio. Habitualmente pernoctan en el metro unas cien personas, pero en el momento del ataque (las 23.15) sólo había llegado la mitad.

Descripciones físicas

La policía inició ayer las pesquisas con los testimonios de los testigos. "Se investiga lo sucedido en la estación con las descripciones físicas que facilitaron los vigilantes". Esos datos llevan a la policía a sospechar la implicación de rapados de extrema izquierda en la agresión. Ayer no había detenidos. Los cabecillas del grupo fueron, según los guardas, una chica, un joven de unos 18 años y un hombre con las piernas amputadas que iba en silla de ruedas.Para evitar nuevas agresiones a los indigentes, la concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Elena Utrilla, pidió a la Delegación del Gobierno y a la policía que "se refuerce" la seguridad en la estación de metro de Atocha. Según la edil, se trata de un incidente "excepcional que es la primera vez que se produce". Utrilla apuntó que son dos vigilantes jurados, contratados por el Consistorio, los que se encargan de prestar el servicio de seguridad en la estación de metro de Atocha a los vagabundos que allí pernoctan. La estación lleva abierta desde el 4 de diciembre. Allí duermen aquellos indigentes que no quieren ir a los albergues del municipio.

El colectivo Amauta denunció ayer el lamentable estado de hacinamiento que sufren los indigentes. "El Ayuntamiento de Madrid dedica escasísimos medios para solucionar las condiciones infrahumanas de los más de 6.000 indigentes que duermen en las calles de Madrid", señaló Elena Casado, portavoz del colectivo. Amauta va a solicitar al Ayuntamiento que se acondicionen nuevos espacios para los indigentes: "Vamos a pedir una reunión con los representantes municipales para tratar de buscar soluciones a este grupo de mendigos".

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El Movimiento contra la Intolerancia ha presentado una denuncia en la Fiscalía de Madrid por el ataque de los cabezas rapadas a los indigentes. La asociación considera que se trata de una "acción organizada de un grupo neonazi y confirma una línea de violencia contra el colectivo de indigentes".

Según Jóvenes contra la Intolerancia, el "despiadado" ataque de los rapados "no es un hecho aislado, sino una agresión con el sello neonazi". "Lo prepararon concienzudamente. Sabían lo que hacían desde hace tiempo. Se trata de una actuación violenta que responde a su concepción de limpieza social", señaló ayer Esteban Ibarra, presidente de Jóvenes contra la Intolerancia. Ibarra asegura que contabilizan, al menos, doce agresiones a indigentes en los últimos cuatro años en la Comunidad de Madrid.

Este colectivo se reunirá el jueves con el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martín Fluxá, para buscar la forma de erradicar la violencia urbana y terrorista.

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