Nicaragua: se cayó la 'Barricada'

La historia del cierre de Barricada es paralela al proceso de degradación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). El pasado viernes el comandante Tomás Borge, director del diario, comunicó un cierre temporal que todo el mundo da por definitivo. Ese mismo día el ex presidente de la revolución sandinista, Daniel Ortega, se desentendía de Barricada al declarar que "es cosa de Tomás". Hay perplejidad ante el cierre del histórico diario en el resto de los medios e indiferencia general en las bases del sandinismo.

Tomás Borge, único fundador vivo del Frente Sandinista, calificó el viernes de "alto transitorio" el cierre de Barricada, el mismo diario que nació en el 25 de julio de 1979 con un gran titular a toda página: "¡Vencimos y adelante!". Eran otros tiempos. Barricada surgía como órgano del FSLN seis días después del triunfo de la revolución que derrocó a Anastasio Somoza. En su primer editorial Barricada se declaraba fruto "de la unidad de todos los sandinistas y la unidad total del FSLN y el pueblo".

Han pasado 19 años. El desmoronamiento y la desunión del frente, que comienza con la pérdida de las elecciones democráticas de 1990, dejó a Barricada en una difícil posición. "En aquel momento se deja de recibir el papel checo, la tinta cubana y la maquinaria alemana. Barricada ya no es subvencionada", explica Javier Reyes, subdirector del diario en sus primeros años de existencia.

El histórico director de Barricada durante 15 años, Carlos Fernando Chamorro, hijo de la ex presidenta Violeta Barrios, decidió en 1991 comenzar un camino de independencia para, entre otras cosas, hacer rentable el diario en un nuevo mundo donde el mercado manda.

El proceso fue paralelo a la escisión del frente con el surgimiento del Movimiento de Renovación Sandinista, liderado por el escritor Sergio Ramírez, y el sector duro del partido consideró que Charnorro estaba demasiado cerca de esa línea crítica. El cambio editorial no prosperó y Tomás Borge, asumió el mando hasta ahora.

El cierre de Barricada es interpretado por algunos sectores del sandinismo como la defunción política de Tomás Borge, uno de los últimos en las encuestas de popularidad y que está altamente cuestionado en el seno de su propio partido.

Sin embargo, el ya ex director de Barricada guarda un as en la manga: la edición de un nuevo diario bajo otra cabecera que estaría en circulación en menos de dos meses. Para ese proyecto cuenta con la venta de los terrenos donde están las instalaciones del periódico, valorados en cerca de 375 millones de pesetas.

Ese proyecto supondría un relanzamiento del veterano político con el respaldo de Daniel y con la incredulidad del resto de la dirección nacional del FSLN, la misma que hace unos meses firmó la, muerte de Barricada al sacar a la calle un nuevo órgano oficial con la cabecera Visión sandinista.

En octubre de 1984 la dirección nacional del FSLN intervino en el diario, Chamorro fue despedido, todo su equipo periodístico dimitió en bloque y se produjeron manifestaciones de protesta contra lo que se calificó de toma antidemocrática de un periódico.

Si la cuestión era volver a controlar Barricada la persona adecuada era Tomás Borge, ex ministro del Interior y uno de los sandinistas más ortodoxos. Barricada empezó entonces el inexorable camino hacia el cierre. Borge echó mano de algunos periodistas militantes y puso a escribir a agentes de ventas y personal administrativo. Nadie quería trabajar en la Barricada intervenida.

Borge fue tapando los agujeros de la empresa con capital propio y el FSLN comenzó a desentenderse de un diario que cuenta con una paupérrima circulación, algo menos de 2.500 ejemplares.