Constructor de puentes y enemigo del hombre
Los viajes del Papa son siempre acontecimientos mundiales, dada la figura imponente de este anciano valetudinario. Pero no son sólo los tesoreros del Vaticano quienes se preguntan si los tremendos gastos reportan beneficio material o pastoral. En el Tercer Mundo, el polaco cabezota ha hecho mucho daño con su doctrina natalista, y ahora nos toca a los alemanes. ( ... ) Con otras religiones trata más flexible, y pacíficamente que con la suya, en la que actúa como un déspota. ( ... ) Juan Pablo II no parece ya accesible a ningún consejo razonable. Ahora ha prohibido que representantes católicos colaboren con los equipos que asesoran a las mujeres durante el embarazo. Con esto, el Papa arriesga una división entre la Iglesia de base y los mandatarios eclesiásticos un debilitamiento de los partidos que se llaman católicos, todo ello en el superaño electoral de 1998. ( ... ) Al avejentado Pontífice no parece arredrarle poner en juego la influencia de los católicos alemanes. Está aislado y pertenece al pasado, como Castro. Se diría que le atormenta el miedo a que su sucesor sea menos radical que él. Pero puede estar tranquilo. Su Iglesia ha vivido de dos principios básicos: el primero, rezagarse frente a la ciencia moderna; el segundo, mantener viva la conciencia del pecado, y con ella, la dependencia de la Iglesia. En ambos, la Iglesia se ha ido batiendo en retirada, y así debe seguir siendo.
26 de enero
