Sadam Husein ordena que el personal de la ONU en su país se aloje en hoteles
Irak se está preparando para el combate. Mientras se agotan los últimos esfuerzos diplomáticos, el presidente Sadam Husein ha empezado a mentalizarse para un ataque, impartiendo instrucción militar a millares de voluntarios. También ha ordenado a todos los funcionarios de la ONU que viven en el país, cerca de 450, que abandonen sus residencias particulares y se alojen en los hoteles designados.
A partir de mañana, millares de civiles voluntarios empezarán a recibir instrucción militar en las sedes del partido gubernamental Baaz, en un intento de configurar un ejército de un millón de personas, respondiendo así a las última s llamadas de movilización general efectuadas por el presidente de la República.El Gobierno de Sadam Husein ha movilizado también en las últimas horas a todos los funcionarios de Naciones Unidas que viven en el país y les ha ordenado alojarse en los hoteles de Bagdad designados para ello.
["La medida es puramente organizativa y no tiene motivación política o relación con la actual crisis entre Irak y Estados Unidos", aseguraba ayer la agencia oficial de noticias iraquí, INA, citada por France Presse. INA recordaba que, dado el carácter temporal del acuerdo petróleo por alimentos, Irak puso a disposición del personal de la ONU encargado de supervisarlo nueve hoteles de la capital, pero que algunos miembros "no respetaron los términos pactados" y alquilaron apartamentos. El propio coordinador del programa humanitario de la ONU, Denis Halliday, reconoció que así se había acordado y atribuyó la decisión a razones de seguridad. La medida, que afecta a aproximadamente la mitad de las 300 personas que trabajan con Halliday, también se ha hecho llegar a aquellos de los 110 miembros de la comisión de desarme (UNSCOM) que abandonaron los hoteles asigados.]
Las movilizaciones de última hora han afectado también al personal diplomático, que en menos de 24 horas ha sido invitado en dos ocasiones a visitar los palacios presidenciales, cerrados a los técnicos de desarme de la ONU lo que originó el actual conflicto. Decenas de diplomáticos acudieron ayer al palacio presidencial de Takrit, situado a poco más de 170 kilómetros al norte de Bagdad, acompañados por los ministros iraquíes de Asuntos Exteriores, Mohamed Said al Sahaf, y del Petróleo, Amar Rachid, y colaborando así en una maniobra publicitaria con la que el régimen de Bagdad trata de demostrar su transparencia. La visita al edificio fue complementada con un recorrido por la ciudad, población natal del presidente Sadam Husein. Horas antes habían visitado la residencia de Al Thorthar, a 100 kilómetros al noroeste de la capital.
El ministro de Información, Humam Abdel laliq, en un intento de ratificar la política de puertas abiertas utilizada con los diplomáticos extranjeros, aseguró ayer que Irak no responderá con armas nucleares a los hipotéticos ataques que puedan lanzar los norteamericanos por la sencilla razón, continuó el ministro, de que el país no posee este tipo de armamento. La última palabra sobre el armamento de Irak la dirán, sin embargo, en los próximos días la treintena de técnicos internacionales de dos comisiones de evaluación, quienes a partir de mañana y hasta el día 6 se reunirán en Bagdad.
[El ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook, advirtió ayer a Sadam Husein de que la comunidad internacional cuenta cada vez con menos opciones para responder a la actual crisis provocada por Irak, informa Efe. Cook, que hoy se entrevista en Londres con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, declaró: "Querernos una solución diplomática [pero] cada vez quedan menos opciones". Para el secretario general de la ONU, Kofi, Annan, hay todavía espacio para la negociación, pero todo depende de la voluntad iraquí de cooperar con la UNSCOM].
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