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Alcaldes del Lozoya denuncian que el PP quiere 'comprar' su apoyo al tren veloz.

La rebelión de los alcaldes del PP del valle del Lozoya, contrarios al trazado del ministerio de Fomento para el tren veloz a Valladolid, puede provocar una grave crisis en el partido. Los regidores de Canencia, Gargantilla y Bustarviejo, todos del PP, denunciaron ayer que José Cabrera, responsable de pueblos del Partido Popular, ha intentado comprar su apoyo al trazado propuesto por Fomento (el tren cruzaría el valle con tres túneles, de 9, 8,6 y 11 kilómetros, además de otros 14 kilómetros de vía a cielo abierto). Los regidores de la sierra prefieren el proyecto de la Comunidad, desestimado por Fomento: un túnel de casi 30 kilómetros de largo bajo la sierra de Guadarrama. Cabrera rechazó ayer las acusaciones. "¿Cómo voy a hacer yo algo así? Fui a ver a los alcaldes para conocer sus inquietudes. Cada semana visito varios pueblos". José María Montero, alcalde de Canencia, dio otra versión: "Me ofreció todo lo que hiciese falta para Canencia si dejaba de oponerme al tren. Me ofreció dinero para el pueblo. Se lo dije a los concejales y a los vecinos. Me fastidió mucho la visita de Cabrera porque era la primera vez que se dignaba a venir. Vino en plan simpático. Una vergüenza". Fomento recordó que el trazado está en información pública y pendiente, por lo tanto, de las alegaciones y del informe de impacto ambiental. "Estamos abiertos a hacer el mejor trayecto posible", dijo un técnico del ministerio.

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7.000 millones por kilómetro de túnel

Reunión urgente

La Comunidad "confía" en que Fomento reconsidere su propuesta para el tren veloz

Hoy está previsto que los 23 alcaldes que el PP tiene en la sierra norte de Madrid se presenten en la sede del partido, en la calle de Génova, para mantener una reunión urgente. La rebelión de los alcaldes en una zona controlada por el PP, a poco menos de un año de las elecciones autonómicas, desató ayer tarde contactos al máximo nivel entre los responsables de la Comunidad y el Gobierno central. Alberto Ruiz-Gallardón habló personalmente con el presidente Aznar, según fuentes del Gobierno regional.Tras esa conversación, dos consejeros, Luis Eduardo Cortés, responsable de Obras Públicas, y el titular de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, retomaron a última hora de la tarde de ayer la defensa del valle del Lozoya. "La Comunidad de Madrid confía en que el ministerio acepte los planteamientos que se están haciendo y considere los proyectos que se presentaron inicialmente", señaló Cortes.

Preguntado sobre la posibilidad de que el Gobierno descarte el trazado propuesto por la Comunidad (un único túnel de 30 kilómetros bajo la sierra), Cortés matizó: "No tiene por qué ser un único túnel. Pueden ser dos. Sabemos que está todo abierto y confío en que Fomento se replantee especialmente la propuesta de la Comunidad de Madrid". Por su parte, Carlos Mayor Oreja aseguró: "Estamos en fase de alegaciones y es un momento clave. Se optará por el trazado más satisfactorio para todos".

El silencio mantenido los últimos días por la Comunidad, que en octubre llegó a un acuerdo con Fomento para apoyar su propuesta de trazado, ha sido criticado desde la oposición. Jaime Lissavetzky, secretario general de la Federación Socialista Madrileña, acusó ayer a Alberto Ruiz-Gallardón de "bajarse los pantalones" ante el titular de Fomento, Rafael Arias-Salgado. Cortés apuntó que la Comunidad dio el visto bueno al trazado de Fomento "siendo consciente de que puede mejorarse desde el punto de vista medioambiental".

A juicio del PSOE, el trazado propuesto por Fomento favorece a Castilla y León. "Se ha descartado un túnel largo por las prisas de Juan José Lucas, presidente de Castilla y León, por llegar a las elecciones de 1999 con las obras del tren veloz a Valladolid iniciadas. No hay que olvidar que Castilla y León es la comunidad de José María Aznar", afirmó Arturo González Aizpiri, diputado socialista y ex director de la Agencia de Medio Ambiente.

Aizpiri, tras visitar el valle del Lozoya, afirmó que "la sierrá está en armas". Lissavetzky añadió: "El trazado propuesto por Fomento es irracional y no tiene presupuesto. Las partidas para 1998, 1999 y 2000 no llegan a los 850 millones de pesetas, cuando el coste total de la obra supera los 200.000 millones. Puede que se financie con especulación".

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