Gianandrea Noseda lleva al Real un Mozart "más hondo que frívolo"

El director milanés Gianandrea Noseda, que debuta el sábado en el Teatro Real al frente de Las bodas de Fígaro, cree que "Mozart es mucho más profundo y dramático de como se le suele oír. Nada de un niño frívolo que ríe y no tiene problemas. Fue muy pobre, murió joven, su mujer le fue infiel... Y todo ese drama está en su música. De una forma subterránea, pero clara". Noseda cree que el reparto, mayoritariamente español y "muy expresivo", encabezado por Carlos Álvarez (Conde Almaviva) y Carlos Chausson (Figaro), "ha captado muy bien el mensaje".

Noseda, principal director invitado de la Orquesta Kirov de San Petersburgo, se mostró ayer muy satisfecho de los ensayos realizados en el Real durante un mes. "El reparto es muy equilibrado: todos tienen mucha calidad de voz y una sorprendente capacidad actoral. La Orquesta Sinfónica de Madrid se ha comportado de un modo muy flexible y entusiasta. Y la acústica del teatro parece un instrumento más".Noseda cree que todo el equipo multinacional integrado en esta producción de la Opera de Amsterdam, desde los alemanes Jürgen Flimm (director escénico), Rolf Glittenberg (escenografía) y Catharine Lühr (coreografía) hasta los integrantes del reparto, han entendido su idea de Mozart como "un autor que juega con las apariencias desde la profundidad", y que por eso "no debe sonar ni demasiado limpio ni demasiado frívolo".

El director considera que la obra, basada en la comedia La folle jornée, de Beaumarchais, es, más que una ópera bufa, "un drama giocoso con elementos eróticos, políticos y sociales muy revolucionarios para su época [se estrenó en 1786 en Praga]".

Lo mismo piensan el barítono bajo Carlos Chausson (Zaragoza,1950), que da vida a Figaro, y el barítono malagueño de 31 años Carlos Álvarez, el Conde Almaviva en la ficción, principales protagonistas, junto a Isabel Rey (Susanna). "Figaro el criado lucha contra los derechos de su señor, el Conde, y se comporta incluso como un antimachista muy moderno en su relación con Susanna", dice Álvarez. A lo que Chausson añade: "Cuando se juntan Mozart y Lorenzo Da Ponte [autor del libreto], siempre hay una química muy especial, llena de implicaciones humanas. Figaro es como una comedia clásica de Hollywood, con momentos hilarantes pero también con unos tintes dramáticos que Hollywood nunca se atrevería a tocar".

Las cinco funciones serán el 24, 26, 28 y 30 de enero y el domingo 1 de febrero, a las 19.30 horas. La obra, en cuatro actos, dura 3 horas y 50 minutos.