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'Aida', la energía de Dios

La psicóloga alemana declara a la policia que su trabajo le permite costearse una vida de lujo

Francisco Peregil

La psicóloga Heide Fittkau-Garthe expresó en su acta de declaración a la policía, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, que en ningún momento el grupo que ella lideraba pensaba suicidarse. Negó también que intentara convencer a sus 32 compatriotas de que el mundo se iba el día 8 y de que sólo se iban a salvar ellos una vez fuesen recogidos por una nave espacial en el Teide.Fittkau-Garthe declaró que lo del fin del mundo y el ovni era sólo un juego que surgió tras la inspiración de ocho personas del grupo. Entonces ella lo interpretó como una broma y propuso subir a las Cañadas del Teide para meditar aquella noche. La policía halló el dibujo de una nave espacial hecho por un niño del grupo con la dedicatoria "Für Aida" y Fittkau-Garthe aclaró que entre el grupo de sus amigos se la conoce como Aida. La policía sostiene en la declaración que los diarios intervenidos a sus amigos, Aida aparece como el centro de poder de adoración y entrega absoluta hacia su voluntad. Y ella precisa que Aida es sólo una energía de Dios y no propia.

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Los agentes le conminaron a dar una explicación sobre su patrimonio: "Ofrezca una razón convincente que justifique el dinero que usted debe invertir para sufragar los gastos que conlleva el mantenimiento, de los cuatro vehículos que usted ha declarado tener en propiedad en Tenerife y el sostenimiento de un chalé y dos viviendas más donde el lujo y la suntuosidad se palpa en todos los rincones". Ella vino a decir que el lujo era sólo aparente porque no costó mucho dinero y fue fruto de sus ideas. Y que el dinero procede de su trabajo en 55 países dónde ha impartido seminarios y ha aplicado sesiones de entrenamiento del pensamiento a ejecutivos alemanes. También dijo que vivía aún del dinero que le dejó u padre en la herencia, entre la que se incluyen sus dos viviendas en la isla. Negó que a sus clientes en Hamburgo les cobrara ningún dinero cuando visitaban su finca en Tenerife y admitió que en Hamburgo cobra aproximadamente unos 450 marcos (38.250 pesetas) por sesión y persona; la mitad en caso de tratarse de niños.

La psicóloga reconoció haber girado invitaciones a los alemanes que se encontraban en su finca, donde bajo la firma de Aida Celestial les decía: "Quitaos todas las obligaciones. Exigid el derecho de celebrar estas Navidades en silencio, sin todo rito, de una manera totalmente nueva. En los fines de semana siguientes desprendeos de todas las obligaciones del mundo y fluid con Aida. ¡Desprendeos totalmente!". La psicóloga aclaró que eso era sólo una recomendación para que en tiempos de Navidad no se pensase en regalos, sino en meditación.

Y también aclaró el significado de este texto: "Estas Navidades no son unas fiestas de apegos familiares, sino un día de disolución de apegos y familias, con una explosión de púrpura que va a tener impactos mundiales gigantescos". Según Fittkau-Garthe, la frase quiere decir que el amor está por encima de todo, de la familia y de los amigos, y que si faltase el amor sería un desastre para todos y por eso recomendaba la meditación. Al escribir "tenemos que plantear juntos los días finales que quedan", aseguró que se trataba de una invitación para principios de diciembre en, Hamburgo y que era para que no tuviesen miedo ante un posible fin del mundo, que el objetivo era tranquilizar a sus amigos. En la misma invitación la psicóloga anunciaba que aparecería del cielo en su cuerpo eterno de la tierra y tomaría la dirección del tiempo final. Añadió que era un dictado que ella recibió de Aida y que esa energía llamada Aida dirigirá todo en caso de que ocurra algo.

La psicóloga necesitó la ayuda de un intérprete, aunque entiende y habla un poco el español. Dijo estar separada desde hace diez años y tener un hijo de 21. Está esperando obtener el divorcio.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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