El Gobierno desconfía de todos los mediadores
, El régimen argelino desconfía de todos los mediadores que han ofrecido hasta el momento sus buenos oficios para arreglar la crisis. Los más tenaces le crean incluso problemas de conciencia.
La aureola de la Argelia militante y anticolonialista les impide aceptar la del "imperialismo norteamericano" y la de una Europa sospechosa de albergar proyectos neocoloniales. Pero la más embarazosa es la ofrecida por la Organización de la Conferencia Islámica (OCI). Porque aunque Argel participó como observador en la pasada cumbre de la OCI en Teherán, no quiere abrir sus puertas a la jerarquía islámica: Irán asume la presidencia, Arabia Saudí la sede permanente, y el secretario general es el marroquí Azedin Laraki.
Argel se ha limitado a aceptar la troika europea a condición de que no haga preguntas embarazosas ni pretenda realizar una investigación sobre las matanzas de civiles.
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