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Más de medio centenar de muertos en otras tres matanzas de civiles en Argelia

, Mientras en Argel es esperada en los próximos días la delegación de la troika comunitaria, integrada por representantes del Reino Unido, Austria y Luxemburgo, en "misión de exploración" para discutir con las autoridades locales la violenta situación que vive el país, la prensa de la capital informó ayer sobre nuevas matanzas cometidas los pasados jueves y viernes en diferentes regiones, con el resultado de 55 muertos.

Los últimos episodios sangrientos demuestran que las bandas armadas, lejos de constituir un "terrorismo residual", se mueven a sus anchas en el interior. El escenario de la barbarie fue en esta ocasión tres localidades distantes 150 y 300 kilómetros del epicentro de las matanzas cometidas la semana pasada y, que costaron la vida a más de 500 aldeanos. En Saida, a 330 kilómetros al suroeste de la capital y 150 de la provincia de Relizan, tina familia de nueve personas fue exterminada por los terroristas. En Tablat, a 75 kilómetros al sur de Argel, perecieron veinte, y un poco más al sur, en El Gozlan, fueron degollados 26 aldeanos, entre ellos once niños y cuatro mujeres.

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Si se confirma que los autores (le las barbaries forman parte de los escuadrones del Grupo Islamico Armado (GIA) que operaron días atrás en Relizan, ésto levantaría muchos interrogantes sobre la operación militar en curso en las montañas de Uarsenis, puesto que los terroristas que han actuado en Saida y Tablat llegaron a bordo de camiones a la caída de la tarde. El Ejercito ha enviado a la región unidades de élite de tierra y aire, pero el cerco, en este caso, habría sido burlado con posible complicidad en las fuerzas armadas.

Sospechas

Si por el contrario, como se sospecha, son comandos diferentes del mismo GIA o grupos afines, la extensión de las acciones terroristas a lo largo de la geografía argelina que ello conlleva refuerza la tesis de un despliegue de medios sólo posible con apoyo logístico considerable.Las autoridades de Argel, con el aval de la Liga Árabe, siguen denunciando el apoyo que recibe el terrorismo en los países occidentales desde donde se les suimistraría, según la tesis oficial argelina, armas y dinero. Sin embargo, las fronteras de Argelia, principalmente la mediterránea y las terrestres con Marruecos y Túnez, están siendo peinadas a diario por aviones de reconocimiento franceses y norteamericanos, según fuentes diplomáticas. El propio embajador norteamericano en Rabat, Marc Ginsburg, ha confesado que su país desplegará los medios necesarios para impedir el contagio hacia Marruecos del terrorismo argelino, lo que supone implantar un cordón sanitario en torno al país.

Las operaciones antiterroristas del Ejército argelino en las zonas montañosas donde actúan las bandas armadas son aún más difíciles que en el medio urbano, dada la existencia de numerosas cuevas y subterráneos naturales en el macizo del Atlas. Algunas de ellas poseen kilómetros de galerías y nunca han sido totalmente exploradas. Los muyahidin argelinos las utilizaron durante la guerra de liberación, pero después quedaron en desuso. Se sospecha que los comandos terroristas que asuelan la región de Tlemcen utilizan ampliamente las grutas de Ain Fezza.

La prudencia manifestada por la Unión Europea al tratar el tema argelino se explica no sólo por la susceptibilidad del Gobierno ante "cualquier intento de injerencia", sino por la extrema complejidad del problema. La visita de la troika es un primer paso, que su promotor el ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, quiere que no sea el último y que siga con el establecimiento de las condiciones de un diálogo "al menos con los islamistas moderados".

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