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¿Cuánto cuesta retirar un vehículo?

Antonio Jiménez Barca

, El hecho de que la grúa se prometa a sí misma atrapar este año 46.000 coches más que durante 1997 invierte la tendencia a la baja de este servicio en los últimos años.

Desde 1995, la empresa Emitra, que gestiona las grúas de la capital -participada en un 40% por el Ayuntamiento-, ha retirado cada vez menos coches. Al término de 1995, los automóviles cazados por la grúa llegaron a 226.000. Un año después seguía el declive: sólo 201.000 coches atrapados. El 97 confirmó la tendencia a la baja (187.000), y además la tasa de la grúa bajó mil pesetas, quedándose en 17.500.

El informe de los presupuestos de Emitra añade que casi el 25% de los servicios de la grúa no se cobra. En este 25% se incluye la retirada de vehículos que, aunque no estén mal aparcados, entorpecen una celebración (una procesión, por ejemplo).

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El concejal socialista Eugenio Morales critica este hecho: "Si la empresa Emitra se sufraga con el dinero de los que pagan cuando se retira su coche, no entiendo yo por qué los ciudadanos a quienes se pone una multa y luego se les retira el coche tienen que pagar los otros servicios de la grúa como cuando hay procesiones". Morales también denuncia que los sueldos de los 250 policías que trabajan en Emitra "se incluyan en los presupuestos de esta empresa". Estos agentes trabajan en tareas burocráticas, según el concejal Echeverría. "El salario de estas personas tendría que incluirse en los presupuestos de la Policía Municipal", dice Morales.

No es éste el único asunto polémico: en septiembre, el gobierno municipal del PP aprobó que las grúas que recogen los coches abandonados en la calle -labor de la Concejalía de Medio Ambiente- tenían que cobrar 13.500 pesetas: 4.000 pesetas menos de lo que cobraba Emitra. ¿Cuál es la razón de la diferencia? El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, explicó la causa apelando a los costes del dispositivo de seguridad que el municipio despliega para que no le suceda nada al auto en el depósito.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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